¿Alguna vez has trabajado en turnos de noche? ¿Has notado que durante ese tiempo tu salud se vio afectada? Los turnos nocturnos pueden ser perjudiciales para la salud humana y tener muchos efectos duraderos. Las mujeres, en particular, se ven más afectadas por el trabajo nocturno. En este artículo, descubrirás cómo los turnos nocturnos y rotativos afectan la salud de las mujeres y qué puedes hacer para reducir los riesgos.
Quien haya trabajado en un empleo con turnos de noche o rotativos sabe lo difícil que puede ser adaptarse a este tipo de horario. No solo es complicado acostumbrarse a trabajar de noche o alternar entre turnos diurnos y nocturnos, sino que además perjudica la salud. Desde alteraciones del sueño hasta problemas de fertilidad, los turnos nocturnos tienen un alto costo. Sin embargo, según investigaciones, los turnos de noche afectan aún más a las mujeres que a los hombres y pueden provocar problemas de salud y reproductivos.
Muchos trabajos requieren operaciones 24/7 y la presencia humana en todo momento. Aunque hay más hombres que mujeres en turnos nocturnos, el número de profesionales femeninas en empleos donde se exigen turnos nocturnos o rotativos está aumentando.
Algunos de los trabajos nocturnos más comunes en los que suelen trabajar mujeres son hospitales y centros de atención social, policía, manufactura y producción, hostelería, y muchos otros sectores. Si eres una mujer que trabaja en turnos nocturnos, debes sopesar los beneficios y desventajas de este tipo de empleo. La mayoría de las personas que trabajan de noche suelen recibir mejores salarios que sus compañeras de turno diurno. Con un horario rotativo también puedes disponer de más días libres consecutivos en comparación con los fines de semana habituales. Sin embargo, es importante prestar atención a tu salud y bienestar mientras trabajas de noche.
La razón principal por la que los turnos nocturnos y rotativos son perjudiciales para la salud humana es que alteran nuestro ritmo circadiano natural. Debido a esto, pueden aparecer muchos otros problemas físicos y mentales.
Las personas somos seres diurnos y estamos programadas para seguir un ritmo circadiano natural que sigue al sol. Por eso, al amanecer, tus glándulas suprarrenales liberan cortisol. Esta hormona del estrés le indica al cuerpo que debe despertarse y además desencadena una reacción en cadena donde la glándula pineal comienza a producir melatonina, que alcanza su punto máximo en la noche y te induce el sueño.
No obstante, cuando trabajas en turnos de noche, ignoras el ritmo circadiano natural de tu cuerpo, lo que provoca problemas para dormir durante el día y sensación de lentitud en el turno nocturno.
Además de los efectos en el ritmo circadiano y las hormonas del sueño, el cuerpo suele no tener suficiente tiempo para adaptarse a los cambios constantes en los turnos rotativos. Así que, si una semana trabajas de día y la siguiente vuelves a la noche, se produce un desbalance en tus ciclos de sueño-vigilia, lo cual es peor que solo trabajar de noche.
El cortisol y la melatonina no solo influyen en el sueño, también en el metabolismo. Cuando no dormimos lo suficiente, el cuerpo tiende a producir más grelina, la hormona del hambre. Esto puede llevarte a elegir alimentos altos en calorías y azúcar en vez de opciones saludables.
Respecto a la salud, muchas veces nos enfocamos en la alimentación, el ejercicio y el sueño, pero las relaciones sociales y la satisfacción con la vida son igual de importantes para el bienestar general. Si trabajas de noche, es más probable que duermas durante el día. Si tienes hijas o hijos, se despiertan cuando tú vas a dormir, y se acuestan cuando tienes que prepararte para trabajar. Lo mismo ocurre con las reuniones sociales, que suelen darse los fines de semana o cuando tienes que dormir o ir a trabajar.
Trabajar en turnos nocturnos dificulta mantener relaciones cercanas y pasar tiempo de calidad con la familia. De hecho, nuestras relaciones influyen en la salud mental, física, en nuestros hábitos y hasta en el riesgo de mortalidad.
En general, tanto hombres como mujeres experimentan consecuencias de salud por trabajar de noche. El trabajo nocturno ha sido clasificado como carcinógeno y se asocia a una reducción del 11% en la esperanza de vida.
Trabajar de noche no solo causa muchos problemas de salud, sino que también afecta la salud mental. Por eso quienes trabajan en turnos nocturnos tienden a tener tasas más altas de depresión, ansiedad y suicidio.
Así afectan los turnos de noche a la salud:
Muchas personas que trabajan de noche sufren de mala calidad de sueño y menos horas totales de descanso. Las personas adultas normalmente necesitan al menos 7-9 horas de sueño de calidad, y los estudios muestran que dormir menos de 6 horas de manera consistente aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 y otros problemas de salud. Las alteraciones del sueño pueden causar trastornos como insomnio, síndrome de piernas inquietas o comportamientos como el sonambulismo.
Las personas que trabajan de noche pueden presentar mayor riesgo de enfermedades cardíacas e hipertensión. Esto puede derivar en accidentes cerebrovasculares, arritmias e infartos debido al estrés sobre el sistema cardiovascular.
Los estudios demuestran que el trabajo nocturno puede conducir a obesidad y mayor incidencia de diabetes tipo 2. Esto ocurre sobre todo por la alteración de los patrones de apetito y digestión. Además, el cuerpo tiene más dificultades para digerir alimentos en la noche, cuando normalmente el proceso es más lento, lo que afecta el procesamiento de nutrientes.
Mayores tasas de depresión y ansiedad, estrés, alteraciones del estado de ánimo e irritabilidad son solo algunos de los problemas de salud mental que experimentan muchas trabajadoras de turnos nocturnos. Los estudios muestran una incidencia más elevada de suicidio. Esto se relaciona con el hecho de que dormir menos de 6 horas por noche aumenta significativamente el riesgo de trastornos mentales y del ánimo. Además, quienes trabajan de noche no reciben suficiente luz solar ni vitamina D, factores que están relacionados con el bienestar cognitivo y mental.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer ha clasificado el trabajo nocturno como probable carcinógeno. Las investigaciones muestran un mayor riesgo de cáncer de mama y de próstata. También se relaciona con el cáncer de colon y pulmón, ya que quienes trabajan de noche suelen tener hábitos alimenticios poco saludables y fuman con mayor frecuencia.
Aunque el trabajo nocturno no es saludable para nadie, las mujeres pueden estar en mayor desventaja.
Así es cómo:
Como se mencionó, el trabajo nocturno se considera un carcinógeno. Las mujeres que trabajan en turnos de noche tienen 2,34 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las que no lo hacen. Las expertas asocian este aumento del riesgo a la alteración de los ritmos circadianos y la producción de melatonina, ya que esta hormona tiene propiedades anti-cáncer. Además, algunos estudios en enfermeras mostraron que las mujeres que trabajan turnos de noche durante 20-30 años tienen entre un 30% y 50% más riesgo de desarrollar cáncer de mama.
El trabajo nocturno puede alterar los ciclos hormonales normales que regulan la menstruación. El ritmo circadiano controla la liberación de hormonas reproductivas como el estrógeno y la progesterona. Cuando este ritmo se ve alterado, pueden aparecer periodos irregulares, cambios en el flujo menstrual y dolores menstruales más intensos. Las investigaciones muestran que las mujeres con turnos rotativos o nocturnos presentan más irregularidades menstruales que las trabajadoras diurnas.
Los estudios encontraron que las empleadas nocturnas que trabajan al menos 2 noches a la semana tienen un 32% más de riesgo de aborto en la semana siguiente. Además, el trabajo nocturno incrementa la probabilidad de partos prematuros y de bebés con bajo peso al nacer. Las expertas asocian esto a alteraciones hormonales y al aumento de los niveles de estrés.
La violencia relacionada con el trabajo hacia la mujer sigue siendo común en muchos entornos laborales. Sin embargo, muchas trabajadoras nocturnas experimentan acoso sexual, violación y agresión sexual con más frecuencia que quienes trabajan de día. Los estudios en enfermeras demostraron que las enfermeras que trabajaron en turnos vespertinos, de noche o rotativos tenían un mayor riesgo de sufrir agresiones en el trabajo. Además, trabajar de noche aumenta el peligro de acoso o agresión al desplazarse al trabajo o regresar a casa. Estas situaciones de seguridad provocan estrés y ansiedad crónica, lo que a su vez repercute negativamente en la salud física.
Aunque estos datos pueden parecer preocupantes, existen formas de cuidar tu salud mientras trabajas de noche o en turnos rotativos.
En primer lugar, intenta mejorar la calidad y cantidad de tu sueño. Crea un entorno de descanso completamente oscuro utilizando cortinas opacas. Usa tapones para los oídos y antifaz para bloquear la luz y el ruido, y evita la exposición a la luz azul antes de dormir utilizando filtros en tus dispositivos. Aunque solo puedas dormir durante el día, trata de acostarte siempre a la misma hora.
Alimentarte bien también puede ayudarte a reducir algunos de los efectos negativos de los turnos nocturnos. Procura tomar las comidas principales antes del turno de noche para mantener la energía. Elige alimentos ricos en nutrientes y evita comidas pesadas o grasas durante el turno. Mantente hidratada, pero reduce el consumo de líquidos cerca de la hora de dormir. No bebas cafeína entre 4 y 6 horas antes de acostarte. También podrías consultar a tu médica sobre la suplementación con vitamina D si no recibes suficiente luz solar.
También es importante que cuides tu salud hormonal. Procura exponerte a la luz natural durante tus horas de vigilia. Si no es posible, considera usar una lámpara de fototerapia para ayudar a regular tu ritmo circadiano.
Por último, tomar medidas de seguridad puede ayudarte a sentirte más protegida y reducir el estrés. Si puedes, organiza un transporte seguro para ir y volver del trabajo, aparca en zonas bien iluminadas o haz viajes compartidos con compañeras.
El trabajo nocturno es esencial para nuestra sociedad. Todas deberíamos estar agradecidas por quienes trabajan de noche y nos prestan servicios imprescindibles. Pero como trabajadora nocturna, puedes estar preocupada por tu bienestar. Es tu derecho priorizar la salud y el autocuidado. Seguir estos consejos o limitar el tiempo que dedicas a los turnos nocturnos a lo largo de tu carrera puede ayudarte a tener una vida más saludable y feliz.
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