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Una visita a la ginecóloga

Ir a la ginecóloga puede ser intimidante, especialmente si es tu primera vez o si has tenido una experiencia negativa previa. ¡No te preocupes! La salud reproductiva es un aspecto importante de tu bienestar, y tú tienes el control de elegir a tu doctora y de lo que ocurre durante la cita.

Cuidando el bienestar reproductivo – Una visita a la ginecóloga.

Una ginecóloga es una profesional médica que se especializa en la salud reproductiva y sexual femenina. Todas las mujeres deberían visitar a su ginecóloga regularmente para detectar posibles problemas relacionados con el ciclo menstrual y la salud reproductiva. Tu ginecóloga puede ayudarte a entender mejor cómo funciona tu cuerpo, ofrecerte información sobre salud sexual y diagnosticar cualquier enfermedad potencial para que puedas recibir el tratamiento adecuado.

Tu ginecóloga debería ser alguien en quien confíes y con quien te sientas cómoda al compartir información sobre estos aspectos íntimos de tu vida. Vale la pena tomarse el tiempo para encontrar la persona adecuada. Investiga las doctoras disponibles en tu zona: lee las reseñas y decide qué ginecóloga te parece más adecuada. También puedes pedir recomendaciones a amigas o familiares. ¿Te sentirías más cómoda si tu ginecóloga es mujer o hombre? ¿Si es más joven o con más experiencia? ¿La clínica parece acogedora y de confianza?


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Calendario y seguimiento del ciclo menstrual

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Generalmente se recomienda que una joven acuda por primera vez a la ginecóloga en la adolescencia temprana: entre los 13 y 15 años. En esta edad, la cita suele durar entre 20 y 30 minutos y, probablemente, consistirá en una introducción a lo que puede hacer la ginecóloga por ti y el equipo que se utiliza. Es la ocasión perfecta para resolver todas tus dudas sobre la pubertad, anatomía femenina y salud reproductiva.


Piensa en las dudas que podrías tener antes de ir y no tengas vergüenza —lo han escuchado todo. Incluso con toda la información disponible en internet, puede ser reconfortante hablar con una especialista.

Tu ginecóloga te dará información sobre tus órganos reproductivos, genitales, higiene íntima y sexualidad, y también te mostrará cómo realizar un autoexamen mamario para detectar cualquier signo de cáncer de mama.

Aun si ya estás en la adolescencia tardía o los veintitantos y no has tenido relaciones sexuales, probablemente no te pedirán que te desnudes, y el único examen realizado será el de los senos. Nunca es tarde para empezar a ir a la ginecóloga si nunca lo has hecho.

Si has sido sexualmente activa, tu doctora probablemente querrá realizar un examen pélvico y/o una citología, independientemente de tu edad. La edad en la que se realiza la primera citología —que es un examen rutinario para detectar cáncer de cuello uterino— varía según el país. En EE. UU. es a los 21 años.

Si tienes complicaciones con tu ciclo menstrual o alguna otra preocupación, tu ginecóloga puede recomendarte procedimientos adicionales.

Si estás embarazada o planeas tener un bebé, deberás buscar una obstetra-ginecóloga (OB/GYN): una médica certificada para atender la salud reproductiva femenina y especializada en el cuidado de mujeres embarazadas.

Sé honesta con tu ginecóloga sobre tu vida sexual. Está bien ser sexualmente activa y también está bien no serlo. Si aún vives con tus padres y te resulta difícil hablar con ellos sobre sexo, puedes acudir sola o acompañada de una amiga. Recuerda que, durante la cita, no tiene por qué haber nadie más en la habitación aparte de ti y la doctora.

¿Cuándo debes planificar una visita?

Si no eres sexualmente activa, la visita a la ginecóloga es más para conocer tu cuerpo y puedes ir en cualquier momento. Asegúrate de pedir una cita si:

  • Has comenzado (o planeas comenzar) tu vida sexual
  • No has tenido tu primera menstruación a los 16 o 17 años
  • Tienes reglas dolorosas
  • Tu ciclo es muy corto o muy largo
  • Sientes dolor en la zona pélvica o vaginal
  • Tienes sangrado vaginal fuera de tu periodo
  • Hay algún cambio en tus pechos, o cambios repentinos en tu ciclo menstru
  • Tienes cualquier otra preocupación respecto a tu salud reproductiva

¿Cómo prepararte para tu cita?

Hay varios pasos que puedes seguir para prepararte antes de acudir a la ginecóloga.

Lo ideal es pedir cita para la semana después de tu menstruación, pero realmente no importa tanto. Puedes ir incluso si estás con la regla. Las ginecólogas están acostumbradas a tratar sangrado vaginal y otro tipo de flujo. Sin embargo, algunas pruebas pueden verse afectadas por una hemorragia abundante. Si te sientes incómoda, siempre puedes cambiar la cita.

Antes de ir, anota la información relevante sobre tu ciclo menstrual. ¿A qué edad tuviste tu primera menstruación? ¿Cuándo fue tu última regla? ¿Cuánto dura tu ciclo menstrual? ¿Es regular? ¿Tienes síntomas como dolor de cabeza, estreñimiento o cambios de humor intensos con el periodo?

Recopila historial médico familiar si es posible. ¿Alguien en tu familia cercana ha tenido enfermedades relacionadas con la salud reproductiva como cáncer de ovario, endometriosis o síndrome de ovario poliquístico? Este tipo de información puede ayudar a tu ginecóloga a asesorarte sobre conductas preventivas.

No necesitas arreglar especialmente tu zona genital. No hace falta depilar el vello púbico ni hacer duchas vaginales. De hecho, las duchas vaginales son innecesarias y pueden ser peligrosas. Simplemente lávate con agua tibia y jabón suave la noche anterior y usa ropa interior limpia.

Algunas mujeres prefieren usar un vestido que pueda levantarse fácilmente para el examen pélvico, pero, sea cual sea tu ropa, tu ginecóloga te dará privacidad para desvestirte y proporcionará una bata si es necesario.

Explorando el examen pélvico y la citología para la salud femenina


El examen pélvico y la citología

Quizás la parte más intimidante de una cita ginecológica es el examen pélvico. Seguro lo has visto en películas. El examen se realiza recostada en una camilla especialmente diseñada para que la doctora examine los órganos reproductivos y la zona pélvica. Es una silla acolchada, elevable y bajable, con apoyos para que puedas colocar las piernas en posición elevada.

Te pedirán que te retires la ropa de la cintura para abajo y te recuestes con las piernas sobre los apoyos. Puede resultar extraño al principio, pero tu doctora, como profesional, debe explicarte el proceso, responder tus preguntas y ayudarte a sentirte en confianza.

Una vez estés acomodada, la ginecóloga realizará primero un examen visual de la zona genital —labios, vulva, clítoris y ano— para buscar signos de infección u otras anomalías. Algunas profesionales pueden usar un espejo para mostrarte lo que ven y explicarte qué están observando en cada parte.

En la siguiente parte, tu ginecóloga usará un instrumento llamado espéculo. Este es un dispositivo de plástico o acero inoxidable parecido al pico de un pato. Se introduce en la vagina para mantener las paredes abiertas y permitir que la doctora vea más adentro. La inserción dura solo unos segundos, pero puede resultar algo incómoda. Trata de relajar los músculos pélvicos. Tu doctora probablemente usará un gel lubricante a base de agua para facilitar el proceso. Si el espéculo es de acero, también se puede calentar previamente. La incomodidad de este examen rutinario vale la pena porque ayuda a la ginecóloga a visualizar mejor la vagina y cuello uterino para evaluar su estado de salud.

Actualmente, el espéculo está siendo rediseñado para que el procedimiento sea menos molesto. Se espera que las mejoras incluyan una cubierta de silicona quirúrgica esterilizable, una tercera hoja para mejorar la visibilidad y reducir la sensación de "apertura" y un diseño más silencioso.

Si te hacen una citología, la ginecóloga tomará una muestra de células de tu cuello uterino con un hisopo mientras el espéculo está colocado. El procedimiento puede resultar desagradable, pero es muy rápido.

La citología es una prueba para detectar signos tempranos de cáncer de cuello uterino. Se recomienda que todas las mujeres entre 21 y 65 años se realicen una citología cada tres años. Si hay algo sospechoso en los resultados, tu doctora te contactará para próximas citas.

La última parte es el examen manual. Tu doctora introducirá los dedos enguantados en tu vagina para palpar bultos u otras anomalías en las paredes vaginales o el útero, a la vez que examina el abdomen por fuera con la otra mano.

Este es el examen pélvico rutinario, diseñado para obtener la información necesaria en el menor tiempo posible. Si en algún momento te sientes incómoda o tienes dudas durante la visita, no dudes en preguntar a tu ginecóloga. Está ahí para ayudarte.

Otras pruebas

La muestra recogida para la citología solo se analiza en busca de señales de cáncer de cuello uterino. También puedes hacerte pruebas para el VPH (virus del papiloma humano) y otras enfermedades de transmisión sexual. Lee más sobre la prueba de VPH aquí. Las vacunas contra el VPH también las administra la ginecóloga.

Si necesitas una prueba para una ITS específica, coméntalo al pedir tu cita.

Tu ginecóloga también podría introducir un dedo en tu recto para comprobar la salud muscular y detectar la presencia de tumores. Aunque puede ser incómodo, se trata de una profesional de la salud y todo se realiza para asegurar tu bienestar general.

La ginecóloga puede usar una ecografía para examinar la estructura reproductiva, buscar quistes uterinos o controlar un embarazo. Este aparato utiliza ondas de sonido para producir una imagen de tus órganos internos y tejidos blandos.

La doctora también querrá registrar tus medidas generales —altura, peso y la presión arterial— para seguir tu evolución en cada visita.

Anticoncepción y planificación familiar

Si eres sexualmente activa pero no deseas quedar embarazada, tu ginecóloga podrá ayudarte a elegir el método anticonceptivo que mejor se adapte a tu cuerpo y situación. Es posible que te recete anticonceptivos hormonales para prevenir el embarazo o, en algunos casos, solo para regular el ciclo menstrual. Si prefieres usar métodos anticonceptivos no hormonales, tu ginecóloga puede indicarte las mejores opciones. Si decides usar un DIU (dispositivo intrauterino), la ginecóloga realizará la inserción.

Si tu objetivo es quedar embarazada, tu ginecóloga podrá aconsejarte sobre cómo mejorar tus posibilidades de concebir.

Es tu cita y tu cuerpo

Las ginecólogas son médicas que estudian específicamente la salud sexual femenina. No hay por qué avergonzarse, aunque al principio lo parezca. Tu doctora es una profesional que busca lo mejor para ti. Sin embargo, si sientes que no te comprende bien o que no puedes ser completamente abierta con ella, no temas cambiar de especialista.

Al acudir regularmente a la ginecóloga puedes conocer mejor tu cuerpo, evitar enfermedades prevenibles y cuidar de tu salud.

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https://www.medicalnewstoday.com/articles/288354
https://www.medicalnewstoday.com/articles/324292
https://www.67streetobgyn.com/blog/preparing-for-your-first-gynecologist-appointment-9-things-you-should-know/
https://www.healthline.com/health/vaginal-speculum#pelvic-exam
https://www.self.com/story/pap-smear-guidelines
https://www.plannedparenthood.org/learn/teens/ask-experts/what-happens-the-first-time-you-go-to-the-gynecologist
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