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VIH/SIDA

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es un patógeno que, en ausencia de tratamiento, provoca el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), una condición que debilita los sistemas de defensa naturales del cuerpo, haciéndolo vulnerable a enfermedades.

Conciencia que empodera: Entendiendo el VIH/SIDA para un futuro más saludable.

No existe cura para el VIH/SIDA, pero hay tratamientos que permiten a las personas seropositivas gestionar la enfermedad. Ellas pueden llevar una vida normal a pesar de su condición, y prácticamente no representan riesgo para otras personas si toman las precauciones adecuadas.

Descripción general

Una persona se considera seropositiva cuando el virus ha ingresado a su cuerpo y ha comenzado a multiplicarse. Desde el momento en que el cuerpo entra en contacto con el VIH, el sistema inmunitario empieza a producir anticuerpos—la defensa del organismo contra los patógenos.


El cuerpo produce anticuerpos específicos para cada virus. El VIH se detecta mediante el análisis de la presencia de anticuerpos específicos contra el VIH. El cuerpo demora un tiempo en producir estos anticuerpos, por lo tanto, hay un período de espera para la prueba tras una posible exposición.

  • Seronegativo/a es alguien que no ha sido infectada.
  • Seropositiva es una persona que ha sido infectada con el VIH, pero todavía tiene un sistema inmunitario funcional.
  • Paciente con SIDA es una persona seropositiva cuyo sistema inmunitario ha sido gravemente debilitado y ya no puede defenderse eficazmente contra enfermedades oportunistas.

La primera fase de la infección por VIH se llama infección aguda. De 2 a 4 semanas después de contraer el VIH, muchas experimentan síntomas parecidos a la gripe (fiebre, erupciones, dolores de cabeza, ganglios linfáticos inflamados y sensibles) que duran de 1–2 semanas. Algunas personas desarrollan infecciones oportunistas en esta etapa, otras no presentan síntomas en absoluto.

Durante la segunda fase, la persona seropositiva permanece asintomática durante un período que puede oscilar entre 3 y más de 20 años (un promedio de 8). Esto se denomina latencia clínica. Al final de esta fase, la persona infectada puede experimentar fiebre, dolores musculares, pérdida de peso, ganglios linfáticos agrandados y problemas gastrointestinales.

La tercera y última etapa de la infección por VIH es el SIDA. Se define de dos maneras: un recuento de linfocitos T CD4+ inferior a 200 células por µL y la aparición de enfermedades específicas—enfermedades oportunistas que se aprovechan de que el cuerpo está prácticamente indefenso.


El VIH puede gestionarse mediante tratamiento de por vida, pero no puede curarse completamente.

Gracias a los avances de la medicina, recibir un diagnóstico de VIH ya no es una sentencia de muerte. La condición puede tratarse a través de la terapia antirretroviral, que ralentiza significativamente la progresión de la enfermedad y puede reducir la carga viral hasta que sea indetectable, lo que previene la transmisión.

Transmisión

El virus del SIDA está presente en todos los fluidos corporales de las personas seropositivas, pero no todos los fluidos tienen la misma transmisibilidad. El VIH puede transmitirse a través de sangre, semen (incluyendo el líquido preseminal), moco vaginal y anal, y leche materna.

El VIH no puede transmitirse mediante lágrimas, sudor, saliva, tos, estornudos, vómito, heces, picaduras de insectos, dar la mano, besarse, bailar o nadar juntas, dormir en la misma cama, compartir ropa, beber del mismo vaso, comer del mismo plato, o usar el mismo sanitario que una persona infectada.

1. Transmisión por vía sexual

Tener sexo vaginal y anal sin protección es la forma más común de contraer el VIH. El riesgo de infección aumenta proporcionalmente con el número de parejas sexuales. El riesgo es aún mayor si ya tienes una ITS—muchas ITS producen llagas abiertas, que sirven como puertas de entrada a otras infecciones.

No existe riesgo de infección para la persona que recibe felación, cunnilingus o anilingus; sin embargo, quien realiza estos actos a una persona infectada sí corre riesgo, especialmente si hay llagas o lesiones en la boca. Por esta razón, no se recomienda cepillarse los dientes ni consumir alcohol antes o después del sexo oral sin protección. Se puede reducir el riesgo de infección usando barreras bucales durante el cunnilingus y anilingus, y preservativos durante la felación.

También se puede contraer el VIH al compartir de forma irresponsable juguetes sexuales con una persona infectada (no mantener la higiene adecuada de los juguetes y del cuerpo, no usar protección de barrera).

2. Transmisión por fluidos corporales

Las personas que usan drogas intravenosas suelen compartir jeringas. Las agujas pueden contener sangre y la sangre puede transportar el VIH. Se estima que las personas que se inyectan drogas tienen 22 veces más probabilidades de adquirir el VIH que quienes no lo hacen.


El virus del VIH puede sobrevivir en una aguja usada hasta 42 días.

La transmisión también puede ocurrir por una herida accidental con material infectado, principalmente en trabajadoras de la salud (aunque este riesgo se considera bajo).

Una transfusión de sangre proveniente de una donante infectada por el VIH transmitiría el virus a la receptora, aunque el riesgo de que esto ocurra es insignificante en países con sistemas de salud avanzados. Las medidas de seguridad estandarizadas exigen que cada donación de sangre sea analizada. Además, el equipo utilizado para cada donación se mantiene en un entorno estéril, se utiliza una vez y luego se elimina para evitar la transmisión entre donantes.

Existe cierto riesgo al hacerse un piercing o un tatuaje. Los estudios profesionales mantienen altos estándares de higiene, un ambiente de trabajo impecable y material estéril por una razón.

3. Transmisión de madre a hija/o

Una madre seropositiva puede transmitir el virus a su hija/o durante el embarazo, el trabajo de parto, el parto o la lactancia. Es posible que una madre seropositiva dé a luz a una niña o niño seronegativo. Las medidas preventivas pueden incluir una combinación de medicamentos antivirales durante y después del embarazo, una cesárea durante el parto y la alimentación con biberón en lugar de la lactancia materna. Estos métodos pueden reducir las tasas de transmisión entre un 92% y un 99%.

Riesgo inclusivo: La infección por VIH puede afectar a casi cualquiera



Casi cualquier persona puede infectarse con el VIH. La única excepción son aquellas con una rara mutación del gen que codifica el correceptor CCR5 (también llamado CD195), una proteína que actúa como correceptor del VIH.

PrEP y PEP

La profilaxis es el tratamiento o acción destinada a prevenir una enfermedad.

PrEP significa profilaxis pre-exposición y se toma antes de una posible exposición al VIH para reducir el riesgo de infección. Por ejemplo, una persona con una pareja sexual seropositiva usaría PrEP en combinación con las precauciones habituales (por ejemplo, preservativos). La PrEP se toma diariamente. Si se utiliza correctamente, reduce el riesgo de adquirir el VIH por vía sexual en un 99% y por uso de drogas inyectables en un 75%.

PEP significa profilaxis post-exposición y se administra en situaciones de emergencia (como una rotura de condón durante sexo con una persona seropositiva o de estado serológico desconocido, agresión sexual, o una lesión con posible contaminación) dentro de 72 horas tras la posible exposición para prevenir la infección. Cuanto antes inicies el tratamiento, mayor será su eficacia.

No confíes sólo en el tratamiento para protegerte cuando existen otras medidas preventivas a tu alcance. Practica sexo seguro y no tengas miedo de hablar con tu pareja sobre temas de seguridad. Puedes proponer hacerse la prueba juntas si no conocen su estado serológico. No arriesgues tu vida ni la de tu pareja sólo por evitar una conversación incómoda.

Síntomas

Millones de personas viven con el VIH sin saber que están infectadas. La infección aguda produce síntomas que pueden atribuirse a otras causas menos graves, y la latencia clínica puede durar años. La enfermedad no se nota hasta que el sistema inmunitario se ha visto gravemente comprometido.


Si sospechas que podrías haber estado expuesta al VIH, o no conoces tu estado serológico, ¡hazte la prueba lo antes posible!

Los síntomas de la infección aguda por VIH son similares a los de la gripe, excepto porque pueden ser persistentes y no responder a los tratamientos habituales. Estos síntomas incluyen: fatiga, fiebre, escalofríos, pérdida de apetito, ganglios linfáticos inflamados y sensibles, dolor de garganta, erupciones cutáneas, náuseas, vómitos, diarrea, tos seca y severa, sudores nocturnos.

En esta etapa el virus se replica rápidamente. La respuesta natural del cuerpo es producir anticuerpos específicos contra el VIH. Gradualmente, estos anticuerpos alcanzan cantidades detectables—este proceso se llama seroconversión. Los síntomas desaparecen en un par de semanas, pero el VIH sigue presente. Continúa propagándose y destruyendo poco a poco el sistema inmunitario al eliminar las células T CD4+.

Con el tiempo, el daño causado por el VIH lleva al SIDA. A medida que el cuerpo se debilita, es cada vez más vulnerable a enfermedades oportunistas. Estas pueden incluir sarcoma de Kaposi, linfoma no Hodgkin, cáncer de cuello uterino, neumonía, herpes, tuberculosis, toxoplasmosis, candidiasis, síndrome de desgaste, meningitis criptocócica y muchas más.

Los síntomas del SIDA incluyen: dolor de garganta, candidiasis oral, infecciones graves por hongos, enfermedad inflamatoria pélvica crónica, erupciones cutáneas, infecciones graves, cansancio, mareos, aturdimiento, dolores de cabeza, pérdida rápida de peso, hematomas fáciles, diarrea, fiebre, sudores nocturnos persistentes, ganglios linfáticos inflamados, tos seca y profunda, dificultad para respirar, crecimientos violáceos en la piel o en la boca, sangrado por boca, nariz, ano o vagina, entumecimiento en manos o pies, pérdida de control muscular y de fuerza, reflejos lentos, inmovilidad.

Tratamiento

La terapia antirretroviral es fundamental para la prevención y el tratamiento del VIH.

El tratamiento evita que el virus del VIH se multiplique y reduce la carga viral (la cantidad de VIH en la sangre) hasta niveles indetectables en una prueba de sangre—un proceso que suele llevar unos 6 meses.

Cuanto antes se inicie el tratamiento, más eficaz será. Una carga viral reducida permite que el sistema inmunitario se recupere, y una carga viral indetectable elimina el riesgo de transmisión del VIH durante las relaciones sexuales. Tomar la medicación también disminuye la probabilidad de adquirir otra cepa de VIH y desarrollar una llamada superinfección.

Hoy en día, una persona seropositiva puede tomar una sola pastilla al día para combatir el virus y sufrir prácticamente ningún efecto secundario. En los años 80, podían ser 20 pastillas y los efectos secundarios eran graves. Aun así, es importante consultar previamente con una profesional de la salud sobre temas como interacciones entre medicamentos y cambios en el estilo de vida que ayuden al cuerpo a sobrellevar el tratamiento.


Tener una carga viral indetectable no significa que la persona esté curada del VIH. Aunque no sea transmisible, el virus permanece en el cuerpo.

El VIH sigue siendo un problema serio, pero estamos mucho mejor preparadas para combatirlo que hace 40 años. Como ocurre con todas las ITS, ignorar una posible infección es irresponsable y peligroso tanto para ti como para tus seres queridos, así que ¡hazte la prueba! Si tu resultado es negativo, tendrás tranquilidad, y si no lo es, existe una maravillosa red de apoyo que te recibirá con los brazos abiertos y te ayudará a vivir una vida larga y vibrante.

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https://www.cdc.gov/hiv/basics/transmission.html
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/hiv-aids/symptoms-causes/syc-20373524
https://www.who.int/hiv/topics/mtct/about/en/
https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids
https://preventionsida.org/sida-lessentiel/le-sida-cest-quoi/
https://www.hiv.gov/hiv-basics/hiv-prevention/using-hiv-medication-to-reduce-risk/post-exposure-prophylaxis
https://www.hiv.gov/hiv-basics/overview/about-hiv-and-aids/symptoms-of-hiv
https://endinghiv.org.au/blog/7-symptoms-of-hiv-early-stages/
https://www.hiv.gov/hiv-basics/hiv-prevention/reducing-risk-from-alcohol-and-drug-use/substance-use-and-hiv-risk
https://www.sidaction.org/vihsida-quest-ce-que-cest
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