Las mujeres en edad reproductiva experimentan un ciclo menstrual aproximadamente cada mes. Este proceso cíclico está conectado con todos los demás sistemas que mantienen nuestro cuerpo en funcionamiento y apoyan nuestra capacidad reproductiva. El ciclo menstrual es sensible a los cambios que ocurren en nuestra vida—ya sean ambientales, emocionales u otros.
A lo largo del ciclo menstrual ocurren muchos cambios en el cuerpo. Las principales hormonas responsables de estos cambios son las hormonas sexuales femeninas: el estrógeno y la progesterona. La testosterona—aunque se considera una hormona sexual masculina—también tiene un papel ya que todas las personas la producen en cierta medida. Aunque las irregularidades inesperadas pueden ser una señal de que algo no va bien, no todas contamos con un ciclo menstrual constante.
El ciclo menstrual se divide en tres fases principales: folicular, ovulatoria y lútea. Los altibajos de nuestros niveles de estrógeno y progesterona dictan cómo experimentamos los cambios a lo largo de las distintas fases del ciclo. Puede parecer que no tiene sentido el aumento o disminución de energía que puedas experimentar; sin embargo, las fluctuaciones de energía son una parte perfectamente normal del baile hormonal que ocurre dentro de tu cuerpo.
La fase folicular es el periodo entre el primer día de tu menstruación y la ovulación, y puede dividirse en dos partes—tu periodo y los días previos a la ovulación:
La fase ovulatoria es la siguiente y la más corta del ciclo, dura solo alrededor de 24 horas. Esto suele suceder alrededor del día 14 de tu ciclo tras el primer día de la fase folicular. Los niveles de estrógeno y progesterona están en su punto máximo. Este aumento de hormonas alerta a tu glándula pituitaria para aumentar la producción de la hormona luteinizante (LH) y liberar un óvulo. Si en ese momento el óvulo no es fecundado, se reabsorbe en el cuerpo. Pero antes de que eso suceda, tu cuerpo intentará con todas sus fuerzas lograr la fecundación. Probablemente experimentarás un incremento en tu deseo sexual y una mayor sensibilidad del olfato, entre otras reacciones. Estudios han demostrado que las mujeres se ven y se sienten más atractivas durante la ovulación. Tus niveles de energía están en su punto más alto y es un buen momento para sacar el máximo provecho a tu trabajo y tus relaciones.
La fase lútea comienza después de que tu cuerpo ha liberado un óvulo y, a menos que haya fecundación, dura alrededor de 14 días. Durante esta fase, los niveles de progesterona aumentan en preparación para un posible embarazo. También puedes experimentar una subida en la temperatura corporal y sentir que tu energía disminuye. Aunque no afecta a todas las mujeres de la misma manera, es un efecto real y medible. El síndrome premenstrual (SPM) suele acompañar la bajada de energía. Ahora es un buen momento para priorizar el alimento y la relajación.
Hoy, las mujeres son cada vez más conscientes del impacto que tiene el ciclo menstrual. Prestar atención a los cambios que experimentas puede ayudarte a gestionar las fluctuaciones cíclicas. Puedes hacerlo tomando tu temperatura basal cada mañana y controlando tu flujo vaginal. Aplicaciones de ciclo, como WomanLog, también pueden ayudarte a llevar un seguimiento de tu ciclo. Trabajar con las diferencias en energía y estado de ánimo, en vez de intentar mantener el mismo ritmo en todos los momentos, puede ser clave para un estilo de vida más equilibrado.
Las hormonas son básicamente sensores químicos que envían señales al cuerpo para indicarle qué hacer. Cuando hay un desbalance hormonal, estas señales se distorsionan y esto puede causar problemas graves.
Esto es lo que sucede si las hormonas responsables de tu ciclo menstrual se alteran:
Dominancia de estrógeno es cuando el cuerpo produce demasiado estrógeno y no hay suficiente progesterona para equilibrarlo. Normalmente, el estrógeno no solo regula el ciclo menstrual, sino que también promueve la salud ósea y de los tejidos. Sin embargo, un exceso de estrógeno puede causar reglas abundantes y dolorosas, aumento de los síntomas del SPM, disminución del deseo sexual y también hacerte más propensa a la ansiedad o depresión. La dominancia de estrógeno también se ha relacionado con problemas de salud como cáncer de mama, miomas, SOP y endometriosis.
Dominancia de progesterona ocurre cuando el cuerpo produce demasiada progesterona y poco estrógeno. Aunque no es tan común como la dominancia de estrógeno, es igual de probable que cause problemas. Fatiga, infecciones urinarias, debilidad muscular y cambios de humor son síntomas frecuentes del exceso de progesterona. La dominancia de progesterona suele ocurrir principalmente en mujeres en tratamiento hormonal.
El desbalance hormonal es causado a menudo por factores externos como el estrés o el uso de anticonceptivos hormonales. Las causas variarán dependiendo de qué hormonas o glándulas se vean afectadas. Algunas de las causas más frecuentes incluyen:
Estrés es la raíz de muchos problemas de salud, y el desbalance hormonal no es la excepción. Cuando estamos estresadas, nuestros cuerpos producen cortisol—la hormona del estrés—que provoca el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La liberación de cortisol es el primer disparador de nuestro cuerpo en la reacción de lucha o huida. Si bien un poco de estrés no te hará daño, si vives bajo un estrés crónico y prolongado, tu cuerpo sigue produciendo cortisol y te mantiene en modo lucha o huida constantemente.
Algunos métodos anticonceptivos hormonales suplicen la ovulación restringiendo la producción de progesterona, lo que puede llevar a una dominancia de estrógeno. La versión sintética de la progesterona—la progestina—es una molécula clave en diferentes tipos de anticonceptivos. Funciona previniendo la liberación de óvulos desde los ovarios.
La desintoxicación es el proceso de eliminar sustancias tóxicas del cuerpo. Principalmente lo realiza el hígado. Tu hígado es el órgano encargado de eliminar el exceso de estrógeno, lo que significa que si no está filtrando bien, podrías terminar con un exceso de estrógeno.
Existen varias condiciones médicas que pueden causar un desbalance hormonal.
Estas incluyen:
Otras causas incluyen el embarazo, la menopausia, la genética y la toma de ciertos medicamentos. Todos estos factores pueden influir en la producción de hormonas y son importantes a tener en cuenta al tratar cualquier desbalance hormonal.
El primer paso para equilibrar tus hormonas es identificar la causa. Automedicarse o autodiagnosticarse no es la mejor opción. El cuerpo es complejo y podemos asustarnos leyendo en internet. Contacta con tu médica y explícale la situación. Ella podrá darte una opinión profesional y sugerirte los próximos pasos. Como no existe una sola prueba que identifique las causas de un desbalance hormonal, puede que tengas que realizarte varias pruebas antes de llegar a una respuesta.
El tratamiento depende de la causa. Hay una variedad de tratamientos usados para equilibrar las hormonas, incluyendo anticonceptivos hormonales y distintas terapias hormonales. La mayoría de estas opciones pueden tener efectos secundarios, así que asegúrate de contar con toda la información necesaria para tomar una buena decisión.
Remedios naturales y suplementos pueden complementar los tratamientos médicos y algunas veces son suficientes para lograr el bienestar que deseas. Algunos grupos de alimentos pueden influir en tus hormonas, pero no todas reaccionamos igual, y los suplementos de calidad pueden ayudarte a obtener los nutrientes que influyen en tu bienestar.
Aunque no resolverá todos tus problemas, llevar una alimentación equilibrada, mantenerte hidratada, hacer ejercicio regularmente y gestionar el estrés te hará estar mejor preparada para afrontar cualquier aspecto que pueda afectar negativamente a tu salud.
Llevar un registro de tu ciclo tiene muchos beneficios, no solo como medida de seguridad anticonceptiva. Puede ayudarte a prever tus niveles de energía y planificar tu agenda mensual. También incrementa tu conciencia de cualquier cambio inusual, facilitando la identificación rápida cuando algo no está del todo bien.
Puedes llevar el control de tu menstruación usando WomanLog. Descarga WomanLog ahora: