Muchas niñas jóvenes se sienten poco preparadas para su primera menstruación. Aunque la mayoría tendrá una idea general de qué esperar, el miedo y la vergüenza son demasiado comunes.
Es igual de importante educar tanto a las niñas como a los niños sobre la menstruación. Las niñas son quienes tendrán la experiencia, pero normalizar la información sobre el cuerpo de ambos géneros es un paso fundamental para combatir los tabúes relacionados.
Quizás recuerdes un día en la escuela cuando separaron a las niñas y a los niños en clases distintas que explicaban brevemente los cambios de la pubertad. Para muchas niñas, esta es la única información oficial que han recibido sobre la menstruación. Claramente, esto es insuficiente—y cuando la educación escolar es limitada, madres, padres y tutoras deben intervenir.
Contrario a lo que muestran los medios y a la creencia popular, la mejor manera de asegurarte de que tus hijas estén informadas y preparadas sobre estos temas no es tener una conversación seria y nunca volver a mencionarla. Esto transmite que hablar sobre la menstruación es indeseable, lo cual puede desanimar a niñas y adolescentes a pedir ayuda cuando la necesitan.
No deberíamos evitar el tema hasta que la información sea absolutamente necesaria. De hecho, ninguna edad es demasiado temprana para aprender sobre la menstruación, siempre y cuando se haga de forma adecuada a su etapa. No querrás asustar a tu hija de 5 años con historias de sangre y dolor incapacitante. En cambio, ¿por qué no jugar un juego de mesa sobre la menstruación o hacer una noche de preguntas familiares sobre el cuerpo? También puedes divertirte siendo responsable e informativa.
Cuando el tema está disponible, las preguntas llegarán. Toma en serio las dudas de tus hijas y responde lo mejor posible. Si no sabes algo, aprovecha para buscarlo juntas. Aprendan juntas. Eso lo recordarán siempre.
No todas las personas que crían a una niña han pasado ellas mismas por la menstruación, ni han tenido una conversación seria al respecto. Hay muchos padres solteros que un día tendrán que comprar las primeras compresas para su hija o ayudarla a sobrellevar sus primeros dolores menstruales. Seguramente preferirán no ser tomadas por sorpresa cuando llegue el momento.
Incluso quienes ya están acostumbradas a los periodos podrían beneficiarse de repasar la anatomía y ponerse al día con la industria de productos para la higiene femenina (que ha estado evolucionando rápidamente y ahora ofrece productos más seguros, económicos, ecológicos y cómodos) para transmitir toda la sabiduría necesaria con confianza y claridad.
Independientemente de si has incluido esta información en su crianza, tendrás que asegurarte de que sepa a qué se enfrenta cuando llegue el momento. Si no te sientes cómoda hablando de algunos puntos, o te falta información, siempre puedes recurrir a una profesional o una amiga de confianza para que la acompañe en el proceso. Y luego que te expliquen a ti también.
Una vez que hayan hablado del tema, es hora de actuar. ¡Haz que tu hogar sea amigable con la menstruación! Lo ideal es que lo hagas junto a tu hija. Así la conversación podrá fluir sobre cualquier duda que aún tenga y dejar claro que la menstruación no es algo de lo que deba avergonzarse ni temer.
Lo primero es hacer compras de productos de higiene femenina (elige varias opciones para probar), analgésicos, quizás una bolsa de agua caliente y una bolsita para un pequeño kit menstrual de emergencia. Unos calzones extra no estarán de más, tampoco unos pantalones o faldas oscuras (que disimulan posibles manchas). Ella necesitará llevar un control de su menstruación, esto puede hacerse con una aplicación (como WomanLog 😄) o un calendario en papel.
Luego, destina un espacio específico en el baño para todo el material necesario, aunque sea solo un estante. Si te apetece ponerte creativa (y el sentido del humor es bienvenido), pueden decorar una caja, una cesta o bolsa a su gusto.
Pregúntale si le gustaría celebrar su primera menstruación de alguna manera. Al fin y al cabo, es el comienzo de un largo y arduo camino propio de las mujeres. Quizás algo acogedor y reconfortante, como hacer un fuerte de almohadas y ver una película, ya que es probable que ese día no se sienta muy bien.
Enfatiza que estás dispuesta a apoyarla en lo que necesite, pero pon atención a cómo se siente. Puede necesitar tiempo para asimilar los cambios y podría alejarse si te percibe como insistente. Igualmente podría necesitar apoyo emocional, y buscará en ti la confirmación de que la acompañas. Los primeros meses pueden ser difíciles, pero con el tiempo será más fácil.
La menstruación puede ser una experiencia abrumadora, ya que hay muchas cosas nuevas a las que acostumbrarse, y en su mayoría no son agradables. Todo esto se agrava debido a los tabúes que rodean la menstruación.
El mundo aún no es tan abierto con la menstruación como nos gustaría. Como es parte de la función reproductiva femenina y por tanto se asocia con el sexo, algunas personas la consideran pecaminosa y sucia: un tema impropio para que niñas/os sepan o del que se hable en público. Por ejemplo, en el oeste de Nepal, las mujeres deben ir cada mes a “cabañas menstruales” alejadas del resto de la población, según la tradición Chhaupadi.
Esta actitud desmotiva la información, fomenta la vergüenza y puede tener consecuencias terribles, como personas tomando decisiones desde el poder en absoluta ignorancia del sistema reproductivo femenino, y niñas y mujeres siendo castigadas por el simple hecho de que sus cuerpos funcionan como deben. Demasiadas oportunidades de vivir plenamente se han perdido debido a un enfoque disfuncional y misógino hacia el cuerpo femenino.
La mejor manera de luchar contra esto es representar el comportamiento que queremos ver en el mundo. Somos ejemplos, somos referentes y debemos asumir esa responsabilidad con orgullo. No te sientas incómoda al hablar de menstruación con tus hijas, celebra el hecho de que estás ayudando al mundo a evolucionar.
Puedes llevar el control de tu menstruación usando WomanLog. Descarga WomanLog ahora: