El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es un conjunto de síntomas, o “síndrome”, que afecta a los ovarios y la ovulación. Es común en mujeres en edad reproductiva. Las mujeres con SOP producen niveles de andrógenos (hormonas masculinas) más altos de lo normal. Este desequilibrio hormonal altera el ciclo menstrual—periodos infrecuentes o prolongados—y los ovarios pueden desarrollar numerosos folículos (pequeños sacos de líquido que producen hormonas e influyen en la fertilidad) y dejar de liberar óvulos de forma regular, lo que dificulta el embarazo. Un diagnóstico preciso y temprano facilita recibir el tratamiento adecuado para controlar los síntomas.
En la pubertad, una mujer tiene aproximadamente 400,000 folículos primordiales o inactivos, cada uno con el potencial de liberar un óvulo para la fecundación. En las mujeres con SOP, los óvulos no logran madurar ni desencadenar la ovulación. En su lugar, los folículos inmaduros se acumulan en los ovarios. Los ginecólogos estadounidenses Irving F. Stein, Sr., y Michael L. Leventhal, quienes describieron este síndrome en 1935 (el SOP también es conocido como síndrome de Stein-Leventhal), confundieron estos numerosos folículos en los ovarios con quistes. La palabra “poliquístico” en síndrome de ovario poliquístico significa “muchos quistes”. Aunque este problema de salud se identificó hace muchos años, la causa del SOP sigue siendo desconocida.
Muchas mujeres tienen SOP, pero no lo saben. Como demostró un estudio, hasta el 70% de las mujeres con SOP no estaban diagnosticadas. Los síntomas del SOP suelen desarrollarse durante la pubertad, pero los casos moderados normalmente se diagnostican entre los 25 y 30 años de edad.
Los síntomas incluyen:
En ausencia de otra enfermedad (como una afección genética suprarrenal o tumores ováricos o adrenales), la presencia de al menos dos de estos síntomas sugiere un diagnóstico de SOP.
Aunque se han identificado más de veinte genes relacionados con el síndrome, explican menos del 10% de los casos de SOP. Sin embargo, existe un 30% de probabilidad de desarrollar SOP si se ha diagnosticado en la familia. Actualmente, la herencia es el factor de riesgo más predecible. Se cree que factores ambientales como los disruptores endocrinos (químicos que pueden interferir con el sistema endocrino/hormonal) también juegan un papel en la aparición de la enfermedad.
Las científicas y los médicos aún no han identificado la causa del SOP. Se piensa que las mujeres con SOP presentan múltiples factores interrelacionados que contribuyen al síndrome.
Altos niveles de hormonas masculinas: Existe evidencia de que los altos niveles de hormonas masculinas (hiperandrogenismo) impiden que los ovarios produzcan hormonas y óvulos de manera normal. Cuando una mujer es fértil, varios pequeños folículos ováricos empiezan a crecer en cada ciclo menstrual. Eventualmente, uno de estos folículos se vuelve dominante y libera un óvulo para la fertilización. Los demás folículos se desintegran y son reabsorbidos por el cuerpo. En los casos graves, el exceso de andrógenos hace que los folículos sean resistentes a este proceso, por lo que se acumulan en el ovario en lugar de completar el proceso de maduración.
Resistencia a la insulina: Hasta el 70% de las mujeres con SOP también presentan resistencia a la insulina, lo que significa que sus células no pueden usar la insulina adecuadamente. La insulina es una hormona producida por el páncreas para ayudar al cuerpo a metabolizar el azúcar, la principal fuente de energía del organismo. Cuando las células no pueden usar la insulina de manera eficiente, la demanda de insulina del cuerpo aumenta. El páncreas produce insulina adicional para compensar. El exceso de insulina provoca que los ovarios generen más andrógenos. La obesidad es un factor importante en la resistencia a la insulina.
Inflamación: Las mujeres con SOP suelen presentar niveles mayores de inflamación en su organismo. El sobrepeso puede contribuir a la inflamación. Los estudios también han relacionado el exceso de inflamación con niveles más altos de andrógenos.
Obesidad: La obesidad ahora se reconoce como una característica frecuente del SOP. Además de su impacto significativo en la capacidad reproductiva, el SOP también tiene características metabólicas. Se estima que entre el 40–80% de las mujeres con SOP tienen sobrepeso u obesidad, lo que aumenta considerablemente el riesgo de intolerancia a la glucosa y diabetes tipo 2. Los factores ambientales como una dieta alta en calorías y la falta de ejercicio también juegan un papel en la alta prevalencia de obesidad en mujeres con SOP. Hasta la fecha, los genes responsables del SOP no han sido claramente identificados.
El SOP puede provocar múltiples complicaciones. La más común (y tratable) es la infertilidad. Como se mencionó anteriormente, el SOP causa un desequilibrio en las hormonas sexuales femeninas que puede impedir el desarrollo y la liberación de óvulos maduros. Sin un óvulo maduro, no puede haber ovulación ni embarazo.
Además de los problemas de fertilidad, el SOP puede acarrear otras complicaciones a largo plazo.
Hasta el 80 por ciento de las mujeres con SOP tiene sobrepeso u obesidad. Tanto la obesidad como el SOP aumentan el riesgo de glucosa elevada en sangre, hipertensión arterial y colesterol anormal. Estos factores en conjunto se consideran un síndrome metabólico que incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, diversas enfermedades cardiovasculares (ictus, infarto de miocardio) y cáncer endometrial.
La apnea del sueño, otra complicación del SOP, es un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se detiene y reinicia repetidamente durante el sueño. Si roncas fuertemente y te sientes cansada incluso después de dormir adecuadamente, podrías tener apnea del sueño.
Otras complicaciones del SOP incluyen:
Para ayudar a diagnosticar el SOP y descartar otras causas de los síntomas que puedas experimentar, tu médica probablemente te preguntará sobre tu historial médico, te hará un examen físico y realizará algunas pruebas.
El examen físico generalmente incluirá medir la presión arterial, calcular el índice de masa corporal y el tamaño de la cintura, buscar exceso de vello en rostro, pecho o espalda, y observar acné o manchas en la piel. Tu médica puede buscar señales de caída de cabello y otras afecciones (como tiroides agrandada).
Tu médica puede hacer un examen pélvico para buscar síntomas de exceso de hormonas masculinas (como el agrandamiento del clítoris) y evaluar si tus ovarios están agrandados o inflamados.
Una ecografía pélvica (o sonograma) utiliza ondas de sonido para examinar los ovarios en busca de quistes y revisar el estado del endometrio (la mucosa del útero).
Un análisis de sangre puede realizarse para determinar los niveles de andrógenos y otras hormonas relacionadas con problemas de salud frecuentes que pueden confundirse con el SOP, como una enfermedad tiroidea. Tu médica también puede analizar tus niveles de colesterol y hacer pruebas para la diabetes.
No existe una prueba precisa única para diagnosticar el SOP. Una vez descartadas otras condiciones, las doctoras suelen diagnosticar el trastorno si detectan al menos dos de estos tres síntomas: alta concentración de andrógenos, menstruación irregular y quistes en los ovarios.
Llevar un control de tu ciclo menstrual y de cualquier irregularidad es muy útil. Otros síntomas como aumento de peso, acné o exceso de vello también deben considerarse en el diagnóstico.
Si bien no existe una cura para el SOP, los síntomas pueden controlarse. Tu médica puede ayudarte a desarrollar un plan de tratamiento personalizado según tus síntomas, tu deseo de tener hijas o hijos y tu riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes o enfermedades cardíacas. Muchas mujeres necesitarán una combinación de tratamientos para manejar los síntomas efectivamente.
El anticonceptivo hormonal puede ayudar a aliviar los síntomas del SOP, incluyendo la píldora, el parche, la inyección, el anillo vaginal y el dispositivo intrauterino (DIU) hormonal.
Para las mujeres que no desean quedar embarazadas, el anticonceptivo hormonal puede:
Aunque el SOP es una enfermedad compleja, existe mucho que puedes hacer para mejorar tu salud; por ejemplo, una alimentación saludable y evitar ciertos ingredientes dañinos puede reducir marcadamente los síntomas.
Seguir una dieta nutritiva ayuda a regular las hormonas y el ciclo menstrual, mientras que el consumo de alimentos procesados puede aumentar la inflamación y la resistencia a la insulina.
Pasos que puedes tomar en casa para reducir los síntomas del SOP incluyen:
Mientras las investigadoras continúan buscando nuevas formas de tratar el SOP, todas podemos enfocar nuestros esfuerzos en mantener un estilo de vida saludable y vigilar los cambios en nuestro ciclo menstrual.
Puedes hacer seguimiento de tu ciclo con WomanLog. Descárgala ahora: