A todas nos ha pasado—preparando un viaje tan esperado y de repente nos damos cuenta de que nuestro periodo coincide con esas fechas tan meticulosamente elegidas.
Aunque tu periodo probablemente no llegue durante las vacaciones, seguramente querrás llevar un par de compresas o tampones por si acaso. No ocupan mucho espacio y, si llega la sorpresa roja, estarás preparada.
Si tu periodo llega de forma inesperada mientras estás en el extranjero, la mayoría de las farmacias y supermercados locales deberían tener lo que necesitas (aunque depende del país). Si no, una amiga probablemente estará dispuesta a ayudarte, aunque nunca es seguro y puede que sus productos no sean suficientes para dos personas.
Para evitar estos escenarios, lleva suficientes productos de higiene femenina para la cantidad de periodos que tendrás durante el viaje, y mete algunos de más por si acaso. Añade unas cuantas bragas extra también.
Algunos productos de higiene femenina son más prácticos para viajar que otros—por ejemplo, las copas menstruales son reutilizables, fáciles de limpiar y esterilizar, apenas ocupan espacio y son mucho mejores para el medio ambiente que los productos desechables.
Si tendrás acceso a una lavadora, considera las bragas menstruales. Según la intensidad de tu flujo, puedes usarlas en combinación con un tampón, copa menstrual o disco menstrual, o solas. Un buen par de bragas menstruales serán transpirables, algo sin duda muy útil para viajes largos en autobús o vuelos.
Si es posible, empaca ropa que sirva para múltiples propósitos: adecuada para el clima y las condiciones, sin comprometer la comodidad durante tu periodo. No querrás llevar vaqueros súper ajustados si te sientes hinchada o adolorida.
Las toallitas húmedas pueden ser una bendición si no tienes acceso a agua corriente, tanto para tus manos como para tus zonas íntimas—solo asegúrate de que sean aptas para genitales.
No olvides los analgésicos si sufres de cólicos o dolores de cabeza. Puede que no sean fáciles de encontrar durante el viaje (y en algunos países no se pueden comprar medicamentos sin receta), así que lleva suficientes para todo el trayecto.
Si existe la posibilidad de tener relaciones sexuales, el preservativo y el anticonceptivo son imprescindibles. El riesgo de embarazo y de infección de ETS sigue presente durante el sexo en el periodo. Una toalla en la cama y pañuelos de papel a mano facilitan la limpieza.
Si tomas la píldora, puedes preguntar a tu doctora si puedes saltarte la pastilla placebo para evitar la menstruación durante el viaje. Esto podría retrasar tu periodo y ahorrarte molestias, pero no lo hagas sin la aprobación de una profesional.
Las situaciones en las que tienes que permanecer sentada mucho tiempo ya son bastante incómodas; combinadas con el periodo, puedes acabar sintiéndote pegajosa y con mal olor. Para evitarlo, mantén tus productos necesarios a mano, en tu equipaje de mano o contigo. Ir al baño cada pocas horas para asearte y cambiar de producto te ayudará a sentirte bastante fresca. Si no hay baño disponible en el transporte, intenta planificar y asearte antes (y al llegar a tu destino).
Este es un síndrome repentino y potencialmente mortal. Es causado por la liberación de toxinas procedentes de un crecimiento excesivo de bacterias llamadas Staphylococcus aureus. El síndrome de shock tóxico afecta a mujeres menstruantes, especialmente a quienes usan tampones súper absorbentes. El cuerpo responde con una brusca caída de la presión arterial, lo que priva de oxígeno a los órganos y puede causar la muerte.
No querrás que tu periodo arruine tus planes, pero tampoco te excedas con actividades extenuantes. Por ejemplo, si sabes que el primer día de tu periodo suele ser difícil (como cuando tienes mucho sangrado o calambres fuertes), quizá te convenga evitar actividades que puedan mermar tu disfrute (y tu seguridad) en conjunción con estos malestares, como hacer rafting en un río salvaje o esquiar.
Si viajas en grupo, quizás no puedas adaptar los planes a las necesidades de tu cuerpo. No hay nada de malo en decidir descansar si lo necesitas. Pero si te empeñas en participar, intenta darte un empujón de energía descansando bien y alimentándote correctamente antes de la actividad.
Te sentirás mucho mejor si mantienes una dieta saludable durante tu periodo. Esto puede ser difícil en vacaciones, especialmente en lugares con comidas desconocidas, pero intenta elegir ensaladas, frutas frescas, verduras y pan integral en vez de comidas fritas, saladas o azucaradas. La carne roja, aves, pescado, frutos secos y verduras de hoja verde contienen hierro, mientras que los cítricos y el chocolate negro pueden ayudar a aliviar los cólicos.
Hidratarse también es importante. Intenta beber dos litros de agua al día, o más si haces mucha actividad física. No olvides llevar agua en trayectos largos en coche y en vuelos.
Adaptarse a los cambios climáticos, como el calor veraniego, puede alterar el ciclo menstrual. Retrasos, periodos más cortos o ausentes son frecuentes, pero todo suele volver a la normalidad en pocas semanas. Aun así, descarta otras causas comunes (estrés, embarazo) antes de culparlo a la estación.
Puedes nadar durante el periodo, aunque requiere preparación extra. Algunas mujeres usan tampones, protegeslips o compresas, que evitarán que la sangre menstrual salga al agua, aunque también se empaparán bastante—deberás cambiarlos tan pronto salgas del agua. Un bañador oscuro puede ayudar a reducir el estrés si te preocupa la posibilidad de fugas.
También existen los bañadores menstruales—al igual que las bragas menstruales, pueden usarse solas o en combinación con productos internos, según la abundancia de tu flujo. Los bañadores menstruales funcionan bastante bien para gestionar el periodo discretamente en tierra. Sin embargo, la zona acolchada absorbe agua y seca mucho más lento que el resto del bañador, por lo que este tipo de ropa quizá sea mejor para tomar el sol en la playa que para nadar de verdad.
Tomar el sol puede ayudarte a aliviar los cólicos, aunque algunas mujeres se sienten más cómodas en ambientes más frescos, ya que la temperatura corporal puede aumentar al inicio de la menstruación por los niveles altos de progesterona.
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