A menudo acompañado de sangrado intenso y dolor, el aborto espontáneo es la forma más común de pérdida del embarazo. Ocurre antes de la semana 20 y afecta al 10–20% de todos los embarazos. El número real es aún mayor, ya que muchos abortos espontáneos ocurren tan temprano que la mujer aún no se ha dado cuenta de que está embarazada. Dependiendo del caso, a veces se requiere tratamiento médico o quirúrgico. En la mayoría de los casos, un aborto espontáneo no afecta los futuros embarazos.
Aunque el aborto espontáneo es una experiencia frecuente, puede ser difícil de procesar emocionalmente, especialmente si el embarazo fue difícil de lograr o era muy esperado. Si te ocurre, buscar apoyo para ti y tu pareja es una parte importante del autocuidado.
Hay dos tipos:
Los abortos espontáneos precoces son muy comunes. Es habitual que una mujer tenga un aborto espontáneo antes siquiera de saber que está embarazada.
Entre un 10 y un 20 % de los embarazos confirmados terminan en aborto espontáneo dentro de las primeras 12 semanas.
El aborto espontáneo tardío, también llamado pérdida del segundo trimestre o de mitad de trimestre, ocurre cuando se pierde el feto entre las semanas 14 y 20 de gestación. Son mucho menos comunes que los tempranos y suelen ser más devastadores, tanto emocional como físicamente.
El sangrado y manchado vaginal al inicio de la gestación es frecuente y en al menos la mitad de los casos no es motivo de preocupación: el embarazo continuará su curso. El dolor y los calambres en el abdomen o la parte baja de la espalda también pueden ser signos normales del embarazo. Sin embargo, estos síntomas también pueden indicar un posible aborto espontáneo, por lo que es importante consultar a tu médica para estar segura.
El flujo rosado (líquido o tejido que sale de la vagina) es otro posible signo de aborto espontáneo.
En caso de flujo rosado, es fundamental consultar con tu médica para descartar un embarazo ectópico, que puede poner en riesgo la vida de la madre. Esta condición es rara, pero mucho más peligrosa que el aborto espontáneo. Una detección temprana salva vidas.
Una ecografía puede descartar el embarazo ectópico. Si todo está bien, el mismo examen permitirá escuchar el latido fetal desde aproximadamente la séptima semana de embarazo.
Los abortos espontáneos precoces suelen ocurrir porque el embrión no se desarrolla como debería. Se cree que las alteraciones cromosómicas son la causa más frecuente. Estos problemas normalmente suceden sin causa aparente y no es probable que se repitan.
Las anomalías cromosómicas pueden originar:
En algunos casos, la mala salud de la madre puede causar un aborto espontáneo. Si una mujer gestante sufre diabetes no controlada, enfermedad tiroidea, problemas hormonales, una infección grave o problemas en el cuello del útero, estas afecciones pueden conducir a un aborto espontáneo.
Los abortos espontáneos tardíos suelen deberse a anomalías morfológicas del útero—una malformación que impide el desarrollo adecuado del embrión. Por ejemplo, el útero puede tener una forma inusual que dificulta el embarazo. Estas anomalías pueden corregirse mediante cirugía, aunque no siempre es necesario; se debe valorar pros y contras.
El riesgo de aborto a los 35 años ronda el 20%; a los 40, cerca del 40%; y a los 45 o más llega hasta el 80%.
El aborto espontáneo tardío también puede verse favorecido por ciertos hábitos de vida, como fumar, la exposición al humo ajeno, el consumo de alcohol y drogas, el exceso de cafeína o la obesidad. Abordar estos hábitos puede reducir el riesgo.
Factores ambientales que aumentan el riesgo de aborto espontáneo incluyen la exposición a sustancias químicas peligrosas como metales pesados, mercurio, disolventes, aguarrás o pesticidas. Verifica si estas sustancias están presentes en tu hogar o trabajo para poder evitarlas.
Las actividades cotidianas como estas no causan aborto espontáneo:
En la mayoría de los casos, el cuerpo de la mujer gestionará el aborto espontáneo de forma natural. El sangrado suele continuar durante 7–10 días y habrá cesado completamente en dos o tres semanas. Durante este tiempo, descansa en casa, utiliza los analgésicos recetados si es necesario y busca compañía de amigas y personas de confianza que te brinden apoyo mientras te recuperas.
Tu médica puede pedirte que te realices una prueba de embarazo en casa para confirmar que la gestación ha finalizado. Asegúrate de hacer una visita de control para verificar que tu cuerpo se está recuperando correctamente.
Un aborto incompleto puede tratarse con una intervención quirúrgica menor o medicamentos. Ninguno de estos métodos afecta la fertilidad futura.
Algunas fuentes citan una tercera posibilidad—el manejo expectante, que significa esperar a que el organismo se limpie solo. Sin embargo, este método puede aumentar el riesgo de hemorragias futuras y actualmente no se recomienda.
La mayoría de las mujeres reanudan su menstruación entre cuatro y seis semanas después de un aborto espontáneo. El día 1 del nuevo ciclo es el primer día del sangrado por el aborto espontáneo.
Pueden pasar varios ciclos hasta que la menstruación se estabilice, ya que el cuerpo necesita restablecer sus hormonas tras la pérdida gestacional. Si la menstruación era irregular antes del embarazo, es probable que siga siéndolo.
Un ciclo irregular puede dificultar el seguimiento de la ovulación, pero es posible volver a quedar embarazada en los primeros ciclos tras la pérdida—o en cuanto la pareja lo desee.
No obstante, en caso de abortos recurrentes (tres o más consecutivos), es recomendable identificar posibles factores de riesgo y tratarlos o evitarlos.
A menudo no se puede hacer nada para prevenir un aborto espontáneo. Concéntrate en cuidarte bien:
No importa si el aborto espontáneo es temprano o tardío, puede causar gran angustia. Las mujeres pueden sentir culpa injustificada y vivir sentimientos de pérdida y duelo. Los hombres también sufren y a menudo se culpan a sí mismos. Hablad entre vosotras.
Quienes experimentan una pérdida gestacional suelen pasar por distintas etapas del duelo:
Pueden resultar muy difíciles las conversaciones sobre aborto espontáneo, ya que suele estar asociado a sueños incumplidos y sentimientos de fracaso. Compartir estas emociones con tu pareja o con amigas o familiares de confianza puede ayudarte a superar el duelo y recuperar tu entusiasmo por la vida.
Como tantas mujeres pasan por un aborto espontáneo al menos una vez en su vida reproductiva, compartir tu experiencia con alguien que ya haya atravesado esta situación puede ser de gran ayuda.
Pero cada una tiene su propia historia, circunstancias y necesidades. A veces, las amigas solo ofrecen consuelo superficial. Cuando incluso las amistades más bienintencionadas no saben cómo apoyarte, una terapeuta profesional experimentada dispondrá de herramientas para trabajar tu dolor de forma segura y ayudarte a soltarlo cuando estés lista.
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