¿Te preguntas si es seguro viajar durante el embarazo? ¿O quizá qué medidas de seguridad debes tomar al viajar en diferentes medios de transporte? El embarazo es una etapa hermosa, pero también llena de dudas e inquietudes. Viajar durante el embarazo no solo se vuelve más incómodo, sino también más difícil.
Cuando pasa la primera oleada de emoción y alegría tras ver las dos líneas en una prueba de embarazo, surgen preguntas. ¿Qué hacer después? ¿Qué alimentos se pueden consumir en el embarazo? ¿Qué cosas evitar durante esta etapa? ¿Y cómo afectará el embarazo a tus viajes? Sabemos que este momento puede ser un reto y está lleno de dudas. En este artículo, trataremos de responder a tus preguntas sobre el embarazo y los viajes para ayudarte a sentirte más segura y preparada en el camino.
Probablemente tu primera pregunta sea si es seguro viajar estando embarazada. La mayoría de las futuras mamás se preocupan principalmente por los viajes en avión, pero veamos cómo adaptarse a los distintos tipos de viajes y transportes.
Viajar en avión es una de las formas más exigentes y desafiantes de viajar. No es necesario estar embarazada para saber lo agotador que puede ser pasar varias horas en un avión. ¿Pero qué pasa si estás embarazada?
Generalmente es seguro volar hasta aproximadamente la semana 36 (32 semanas para vuelos internacionales) de embarazo. Por supuesto, siempre debes consultar con tu médica, pero si tú y tu bebé están sanas, podrás volar a nivel nacional hasta las últimas semanas de tu embarazo.
La inmovilidad prolongada y los cambios de presión pueden causar que se hinchen más tus extremidades de lo habitual. Para evitarlo, muévete y estírate cada 1-2 horas y usa medias de compresión. Elige un asiento de pasillo para mayor acceso al baño. Consulta las políticas de la aerolínea porque muchas solicitan un certificado médico a partir de la semana 28 de embarazo.
Si planeas unas vacaciones en la costa o necesitas viajar en ferry por trabajo o para volver a casa, no deberías tener mayores inconvenientes durante casi todo el embarazo. No obstante, para travesías largas como cruceros, hay reglas especiales. Consulta la política de embarazo de la compañía, ya que muchas no admiten pasajeras a partir de las semanas 24-28 de embarazo por el riesgo de parto prematuro.
Uno de los retos de los trayectos en barco es el mareo. Puede volverse mucho más intenso durante el embarazo, así que lleva medicamentos contra el mareo previamente autorizados por tu médica o dispositivos especiales como pulseras o gafas antimareo. Si es posible, opta por barcos grandes pues suelen ser más estables.
Viajar en coche, ya sea como pasajera o como conductora, suele ser seguro durante todo el embarazo.
Usa siempre el cinturón de seguridad colocándolo por debajo del vientre, sobre las caderas. Si es posible, aleja el asiento del airbag. Si el trayecto es largo, haz paradas frecuentes cada 2 horas para mejorar la circulación, y lleva un kit de emergencia y tu información médica a mano.
Si usas el transporte público para ir al trabajo, deberías poder seguir haciéndolo durante todo el embarazo. En muchas ciudades, los autobuses y trenes reservan espacios especiales para mujeres embarazadas para facilitar el acceso.
Tu equilibrio puede verse afectado en el embarazo, así que ten cuidado si vas de pie en un transporte que se mueve. Si puedes, siéntate, especialmente en trayectos largos, y considera llevar un distintivo tipo “Bebé a bordo” para que otros pasajeros te cedan el asiento o te ayuden con las bolsas.
La mayoría de los consejos de viaje están dirigidos a quienes están en el tercer trimestre. En el primer trimestre puedes experimentar síntomas físicos incómodos como náuseas y cansancio, pero suele ser seguro viajar por aire, carretera o mar. El segundo trimestre suele ser el momento más cómodo para viajar, ya que las náuseas disminuyen y todavía puedes moverte con facilidad.
El tercer trimestre puede ser más complicado, ya que aumentan las posibilidades de parto. Dado que no todos los vehículos pueden parar en mitad de un viaje y cambiar de ruta al hospital más cercano, a menudo no se recomienda viajar después de la semana 32 de embarazo.
Suele ser una etapa desafiante para viajar debido a las náuseas matutinas y el cansancio. Sin embargo, la ventaja de viajar en estas primeras semanas es que aún no hay restricciones de movilidad y el riesgo de complicaciones es bajo.
Para viajar con más comodidad en el primer trimestre, lleva remedios contra las náuseas, útiles no solo en barco, sino también en coche o avión. Considera un seguro de viaje, ya que este periodo tiene un mayor riesgo de aborto espontáneo. Este tipo de abortos son frecuentes en el primer trimestre y suelen deberse a causas naturales, no al hecho de viajar.
La etapa intermedia del embarazo es considerada la mejor para viajar: suelen desaparecer las náuseas, tienes más energía, te puedes mover mejor y el riesgo de parto prematuro es bajo.
Puedes hacer tus viajes aún más cómodos haciendo pausas frecuentes y caminando o estirándote cada 2 horas si es posible.
El segundo trimestre es considerado el periodo de oro para los viajes planeados. Muchas futuras mamás escogen este momento para una “babymoon”, pues todavía pueden moverse cómodamente y disfrutar al máximo.
El tercer trimestre puede ser el más complicado para viajar, ya que se acerca la fecha de parto. Ten en cuenta que la mayoría de las aerolíneas no permiten volar después de la semana 36 y los cruceros establecen el límite entre las semanas 24 y 28. Los viajes largos en coche pueden ser incómodos, así que trata de realizar trayectos largos antes del tercer trimestre o tras el parto.
Para estar más segura y tranquila en las últimas etapas del embarazo, procura no alejarte a más de 2 horas de un centro médico. Marca los hospitales más cercanos en el mapa de tu móvil para sentirte preparada y calmada. Lleva siempre copias de tu historial médico y considera la contratación de un seguro de evacuación médica.
Viajar en cualquier medio suele implicar estar sentada mucho tiempo y en posiciones incómodas. Para evitar molestias, utiliza ropa holgada, transpirable y en capas. Así podrás quitarte prendas si tienes calor o abrigarte si baja la temperatura.
Los tejidos naturales como el algodón, el lino y la lana son ideales, pues regulan la temperatura del cuerpo y permiten evaporar el sudor. Lleva medias de compresión para viajes largos, especialmente en avión. Los vuelos prolongados pueden causar hinchazón en pies y piernas, empeorando la circulación.
Lleva zapatos cómodos para caminar y con buen soporte. Prioriza el calzado cerrado con calcetines, para poder quitártelo estando sentada. Usa un cinturón de soporte para embarazadas contra el dolor de espalda y considera una almohada de viaje para descansar mejor.
Al viajar en avión o barco, reserva un asiento de pasillo para acceder fácilmente al baño. La mayoría de los asientos de avión son rígidos y cansan la espalda, así que utiliza cojines lumbares y reclina el respaldo si es posible para reducir la presión en la zona baja. Mantén las piernas sin cruzar para favorecer la circulación, incluso puedes probar colgadores de piernas en avión para mantenerlas elevadas durante el trayecto.
Lleva una botella de agua reutilizable para mantenerte hidratada y evitar los altos precios en aeropuerto y avión. Empaca snacks saludables como nueces, frutas y galletas. Nunca se sabe si el avión, tren o ferry se retrasará; tener algo para picar te mantendrá saciada y evitará náuseas. Lleva toallitas húmedas y pañuelos, y usa desinfectante de manos con frecuencia, ya que sabemos que muchas compañías no limpian adecuadamente los asientos tras cada viaje.
Lleva siempre medicamentos para el mareo o las náuseas. También puedes llevar caramelos o té de jengibre contra las náuseas. Puedes pedir agua caliente en el avión o barco y preparar tu propio té.
Si viajas en etapas avanzadas del embarazo, pide un informe médico a tu doctora. Lleva tus registros prenatales y documentos importantes, conoce tu grupo sanguíneo y los detalles de tu embarazo, e investiga hospitales en tu destino. Mantén tus contactos de emergencia disponibles.
Si viajas internacionalmente, consulta con tu médica sobre las vacunas necesarias (por ejemplo, fiebre amarilla, hepatitis A o B).
Usa el cinturón de seguridad bajo la barriga, incluso si vas en tren, bus, avión o barco. Mantenerlo abrochado todo el tiempo te protegerá. Nunca sabes cuándo habrá turbulencia en avión o una frenada brusca en bus. Muévete y estírate cada 1-2 horas; así evitarás dolor de espalda e hinchazón. No cargues maletas pesadas, y no dudes en pedir ayuda al personal o a otras viajeras. Considera un seguro de viaje con cobertura para embarazo para tu tranquilidad.
Viajar suele ser estresante, y en el embarazo puede tornarse mucho más incómodo. Esperamos que estos consejos te ayuden a estar más segura y a disfrutar tus viajes. Si no estás segura de si puedes viajar o qué precauciones tomar, consulta primero con tu médica.
Te invitamos también a consultar nuestra calculadora de fecha probable de parto para saber en qué trimestre te encuentras y así tomar las precauciones necesarias al viajar.
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