Es posible que hayas experimentado ardor de estómago después de comer o en otros momentos del día. A pesar de sus nombres amenazantes, el ardor de estómago y el reflujo ácido son comunes (sí, existe una ligera diferencia entre ambos) y no se consideran trastornos por sí solos. Sin embargo, causan molestias y pueden ser indicio de un problema más grave si la sensación persiste demasiado tiempo o ocurre con demasiada frecuencia.
El reflujo ácido es una condición común en la que el ácido del estómago sube desde el estómago hacia el esófago. El ardor de estómago es una sensación de quemazón en el pecho y la garganta causada por el reflujo ácido. Esto no tiene nada que ver con el corazón.
Ambos son trastornos digestivos que ocurren en el esófago. El esófago es el "tubo digestivo" que conecta la garganta con el estómago. Se encuentra paralelo a la tráquea, el “tubo respiratorio” que empieza justo después de las cuerdas vocales y se divide para conectarse con los dos pulmones.
En la parte superior del esófago hay un músculo especializado llamado esfínter esofágico superior (EES) o músculo cricofaríngeo. A veces, cuando nos atragantamos, decimos que un trozo de comida se “fue por el camino equivocado”. Esto sucede cuando comemos demasiado rápido y el EES está cerrado cuando intentamos tragar, por lo que ese bocado de comida se desvía hacia la tráquea en vez de al esófago.
El esfínter esofágico inferior (EEI) está ubicado en la parte inferior del esófago, justo encima del estómago. Se relaja para dejar pasar los alimentos al estómago y en general hace un buen trabajo manteniéndolos allí.
A veces, el EEI también se relaja después de comer, liberando pequeñas cantidades de ácido gástrico nuevamente en el esófago, causando una sensación de ardor. Si esto ocurre solo de vez en cuando y la sensación no es muy fuerte, no hay motivo de preocupación. Este tipo de reflujo ácido puede considerarse similar a eructar, cuando liberamos aire atrapado en el estómago. 1 de cada 5 personas experimenta reflujo ácido ocasionalmente.
Sin embargo, como puedes imaginar, el aire no debería quedar atrapado en el estómago y el ácido gástrico no debería estar fuera del estómago. De hecho, el revestimiento del estómago está especialmente diseñado para contener los potentes ácidos que digieren los alimentos y proteger el resto del cuerpo. Cuanto más frecuente sea el reflujo ácido, más se irrita el esófago, aumentando los síntomas de ardor de estómago.
Si nunca has experimentado reflujo ácido, puede ser difícil imaginar en qué se diferencia de un eructo. El mecanismo es el mismo, pero en lugar de que suba aire desde el estómago, puedes sentir una pequeña cantidad de los ácidos digestivos del estómago liberándose hacia arriba en el esófago e incluso hacia la garganta y la boca. Esto se acompaña de una desagradable sensación de ardor en estas áreas. Generalmente la sensación se localiza en el área del pecho. A veces el ardor de estómago puede ser tan repentino o intenso que se confunde con un ataque al corazón.
Si tú o alguien cercano experimenta dolor o sensación de ardor en el pecho y sospechas de una afección cardíaca, busca ayuda médica. Los síntomas a observar incluyen:
Los síntomas del reflujo ácido suelen ser menos intensos y pueden reconocerse por el movimiento “parecido a un eructo” en el estómago.
Las causas más comunes por las que el EEI se abre fuera de tiempo, permitiendo que el ácido gástrico suba al esófago, están relacionadas con hábitos alimenticios y de estilo de vida.
Comer en exceso o demasiado rápido puede “sobrecargar” el estómago forzando los esfínteres esofágicos superior e inferior más veces y atrapando aire en el sistema digestivo. El EEI se relajará para liberar aire en forma de eructo, pero los ácidos estomacales también pueden escapar, especialmente si esto sucede a menudo.
Usar ropa ajustada o restrictiva que ejerza presión sobre el estómago también puede causar irritación. De manera similar, el sobrepeso aumenta la presión en el abdomen y puede irritar el estómago.
Alimentos y bebidas que son ácidos, grasos o irritantes pueden inducir reflujo ácido:
Fumar también contribuye al reflujo ácido ya que la nicotina presente tanto en los cigarrillos regulares como en los electrónicos relaja directamente el EEI, causando reflujo ácido.
Algunos medicamentos y suplementos alimenticios también pueden favorecer el reflujo ácido o intensificar el ardor de estómago, por ejemplo, analgésicos (por ejemplo, ibuprofeno y aspirina), antibióticos, suplementos de hierro y potasio, progesterona.
Estos medicamentos relajan el EEI y también pueden irritar el revestimiento del esófago, haciéndolo más sensible al reflujo ácido y provocando que los síntomas de ardor sean más intensos.
Varios narcóticos y sedantes como opioides y tranquilizantes también pueden favorecer el reflujo ácido relajando el EEI.
Si tu EEI ya está relajado, acostarse después de comer puede favorecer la liberación de ácido. El reflujo ácido también puede aparecer al agacharse o cargar objetos pesados.
Más allá del embarazo, muchas otras causas de reflujo ácido y ardor de estómago están directamente relacionadas con un estilo de vida estresante. El estrés es la raíz de muchos hábitos que desencadenan el reflujo ácido y el ardor de estómago.
Cena aproximadamente tres horas antes de acostarte, así el estómago tendrá tiempo de digerir parte de lo que has comido antes de recostarte y potencialmente liberar ácido en el esófago. Evita acostarte, agacharte o empezar a hacer ejercicio justo después de comer. (Después de todo, las abuelas tenían razón.)
Evita alimentos ácidos, grasos y picantes si sabes que suelen provocarte ardor de estómago.
Reduce la ingesta de café y alcohol y considera dejar de fumar si eres fumadora. Dado que la nicotina es la sustancia que hace que el EEI se relaje, los cigarrillos electrónicos también deben evitarse.
Otra opción es elevar la parte superior del cuerpo ligeramente al dormir, ya sea con almohadas o levantando el colchón, para ayudar a que los ácidos se mantengan en el estómago.
Trabaja en mantener un estilo de vida equilibrado y saludable: evita comer en exceso, disfruta de comidas pequeñas habitualmente, mantén un buen horario de sueño, realiza actividad física regular y cuida tu bienestar general.
Remedios de venta libre como los antiácidos que ayudan a aliviar los síntomas del reflujo ácido pueden comprarse en farmacias. Otros medicamentos, como Nexium (esomeprazol de magnesio) y Prilosec (omeprazol de magnesio), son prescritos por el médico y ayudan a reducir la cantidad de ácido que produce tu estómago, pero deben ser aprobados por tu profesional de la salud.
Por suerte, el reflujo ácido la mayoría de las veces es solo un efecto secundario de un ritmo de vida agitado y una dieta irritante. Con pequeños cambios en el estilo de vida y elecciones más saludables, los síntomas del reflujo suelen mejorar rápidamente. Un estilo de vida saludable también es una de las únicas formas de reducir el ardor de estómago durante el embarazo. Sin embargo, si el reflujo y el ardor persisten aun después de que hayas tomado medidas para aliviarlos, pueden existir otros problemas digestivos.
El ardor de estómago crónico se conoce como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE); es cuando la persona sufre regularmente una sensación de quemazón en el pecho después de comer. La ERGE puede provocar inflamación y úlceras, aumentar el riesgo de cáncer de esófago y causar dificultad para respirar o inducir un ataque de asma. Una tos crónica y dificultad para tragar también pueden ser síntomas de ERGE.
Las vías respiratorias inflamadas pueden ejercer presión sobre órganos internos como el diafragma, lo que a su vez irrita el estómago y puede provocar reflujo ácido.
Si te despiertas con un sabor amargo en la boca o dolor en el pecho, esto puede indicar reflujo ácido nocturno. Esta forma de reflujo es especialmente seria porque el ácido fuera del estómago permanece más tiempo en el esófago y puede dañar su revestimiento. Evita comer o picar antes de dormir para reducir este riesgo.
La hernia de hiato es una condición en la que la parte superior del estómago se desplaza hacia arriba dentro del esófago y causa reflujo ácido excesivo. Esto también puede tratarse con cambios en el estilo de vida.
Varios trastornos digestivos también se han vinculado al reflujo ácido, incluyendo:
Consulta con tu especialista si experimentas síntomas frecuentes o graves de reflujo ácido. En casos severos de ERGE, la cirugía es una solución posible.
En general, el reflujo ácido y el ardor que lo acompaña no suelen ser graves por sí mismos, pero pueden señalar otros problemas de fondo como un estilo de vida poco saludable, demasiado estrés diario u otra afección médica más seria.
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