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Prolapso uterino: Encontrando un tratamiento que funcione para ti

El prolapso uterino afecta a casi la mitad de todas las mujeres posmenopáusicas. Es un problema de salud serio que a menudo requiere intervención médica o incluso quirúrgica. Sin embargo, existen formas de fortalecer los músculos del suelo pélvico para ayudarte a evitar el prolapso uterino más adelante en la vida.

Guía visual para Navegando el prolapso uterino: Enfoques de tratamiento personalizados - Perspectivas para entender y encontrar opciones de tratamiento efectivas para el prolapso uterino

El prolapso uterino ocurre cuando los músculos y ligamentos del suelo pélvico se debilitan y ya no pueden soportar el peso de los órganos abdominales. Esto suele pasar después de los 50 años, especialmente en mujeres que han tenido partos vaginales y atravesaron la menopausia. En este artículo, aprenderás más sobre el prolapso uterino, cómo tratarlo y qué evitar al hacerlo.

¿Qué causa el prolapso uterino?

El prolapso del útero (u otros órganos pélvicos) sucede cuando los músculos pélvicos debilitados o dañados permiten que el útero descienda hacia la vagina. El embarazo y el parto hacen que los músculos pélvicos trabajen más de lo habitual, pero normalmente se recuperan bien. Sin embargo, un parto difícil o cargar un bebé grande puede forzar estos músculos en exceso.


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Otras causas posibles incluyen:

  • Descenso de estrógenos después de la menopausia
  • Levantamiento de objetos pesados
  • Estreñimiento, esfuerzo al defecar
  • Obesidad
  • Tos crónica

Factores de riesgo adicionales incluyen partos vaginales múltiples, fumar, llevar una dieta poco saludable, consumir alcohol, no hacer ejercicio o realizar ejercicios incorrectamente. Las mujeres caucásicas e hispánicas tienen el mayor riesgo de desarrollar prolapso uterino.

¿Cuáles son los síntomas del prolapso uterino?

Síntomas que pueden indicar prolapso uterino incluyen incomodidad al sentarse y caminar, sensación de un tejido similar a una bola en el canal vaginal, dificultad para orinar y defecar, incomodidad durante las relaciones sexuales vaginales, sensación de flacidez en la vagina, dolor en la zona lumbar y/o pélvica.

El prolapso uterino tiene cuatro etapas:

  • Primera etapa—el útero empieza a descender hacia la vagina
  • Segunda etapa—el útero ha descendido hasta la abertura de la vagina
  • Tercera etapa—el útero sobresale de la vagina
  • Cuarta etapa o procidencia—el útero sale completamente de la vagina

Tratamientos

Para tratar la mayoría de los casos leves a moderados de prolapso, las doctoras recomendarán algunos cambios simples en el estilo de vida. La forma más eficaz de mantener el útero en su sitio es fortalecer los músculos pélvicos realizando ejercicios de Kegel. Otras recomendaciones incluyen evitar levantar objetos pesados, mejorar la dieta para reducir el estreñimiento, y usar ablandadores de heces en lugar de forzar las evacuaciones intestinales. Los casos más graves pueden requerir el uso de un dispositivo de pesario removible para sostener el suelo pélvico y mantener el útero en su lugar. En las situaciones más severas, puede realizarse una histerectomía para quitar el útero por completo.

La causa principal del prolapso uterino es el debilitamiento natural de los músculos con el paso de los años y la disminución de la producción de estrógenos por la menopausia. La terapia de reemplazo de estrógenos en forma de cremas vaginales o supositorios que liberan cantidades moderadas de estrógeno en el torrente sanguíneo ayuda a restaurar la elasticidad y facilita fortalecer el suelo pélvico.

Todas las mujeres, independientemente de su edad y experiencia con el parto, pueden fortalecer sus músculos pélvicos para prevenir el prolapso uterino y la incontinencia en el futuro.

Guía visual de 'Músculos del Suelo Pélvico: Una lámina por capas' - Ilustrando la anatomía y estructura de los músculos del suelo pélvico


El suelo pélvico

El suelo pélvico es una lámina por capas compuesta de músculos, tejido conectivo y ligamentos con aberturas para el ano, la uretra y la vagina. El suelo pélvico está suspendido en la base de la cavidad pélvica y es uno de los cuatro grupos musculares que forman tu core, junto con los músculos abdominales, los músculos de la espalda y el diafragma.

El suelo pélvico tiene cinco funciones importantes: sostener los órganos abdominales (vejiga, útero y recto); ayudar a estabilizar la pelvis y la región lumbar; controlar la uretra y el esfínter anal para evitar pérdidas de orina, heces y gases; facilitar el flujo sanguíneo y las contracciones vaginales durante el sexo y el orgasmo; y ayudar a bombear sangre de regreso al corazón.

La mayoría de las personas no piensan en su suelo pélvico hasta que hay un problema, pero como cualquier otro músculo, estos también se pueden entrenar y fortalecer.

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel consisten en series cortas de contracción y relajación de los músculos pélvicos para ganar fuerza y elasticidad. Una vez que los domines, puedes hacerlos en cualquier momento y lugar (y nadie lo notará). Cuanto más fuertes estén estos músculos, menos probabilidades tendrás de sufrir prolapso uterino y además obtendrás mayor fuerza en tu core, orgasmos más intensos, sexo más placentero, un parto más fácil y una recuperación posparto más rápida. En el caso de los hombres, fortalecer el suelo pélvico puede ayudar a prolongar el sexo y mejorar el control de la eyaculación.

Si no tienes claro qué músculos contraer o cómo se sienten, piensa en apretar cualquiera de las aberturas entre tus piernas: detener el chorro de orina a la mitad, apretar el ano para evitar un gas, o bien introducirte un dedo en la vagina para sentir la presión de esa manera. Los músculos del suelo pélvico están entrelazados y trabajan juntos; al contraerlos deberías sentir cómo se elevan y se cierran hacia adentro.

Una vez que localices los músculos, prueba a hacer una serie de Kegels:

  1. Aprieta los músculos del suelo pélvico lenta y deliberadamente durante una cuenta de ocho.
  2. Relájate completamente durante una cuenta de ocho—esto es igual de importante que contraer.

Recuerda, mientras aprietas el suelo pélvico, respira normalmente y mantén relajados tus glúteos y muslos. Repite los pasos 1 y 2 ocho veces.

Si tus músculos no son lo suficientemente fuertes para aguantar ocho segundos, empieza con tres repeticiones de ejercicios de Kegel de 3 segundos y ve aumentando la resistencia con el tiempo. Para relajar el resto del cuerpo, puedes empezar acostada de espaldas, con los pies en el suelo y las rodillas flexionadas. Cuando te acostumbres al ejercicio, deberías poder hacerlo cuando y donde quieras.

Si ocho segundos te resultan fáciles, aumenta hasta doce. Puedes hacer varias series de Kegels cada día.


Si eres nueva en los Kegels, intenta apretar los músculos del suelo pélvico durante tres segundos y luego relajarlos durante tres segundos. Haz al menos tres repeticiones.

Si sientes dolor en la vagina o la pelvis al hacer Kegels, puede ser señal de un problema urológico, un trastorno ginecológico o una ITS, y deberías consultar con una médica para recibir un diagnóstico.

Bolas de Kegel y otros dispositivos

Existe una variedad de dispositivos en el mercado para ayudarte a tonificar los músculos pélvicos, aunque se puede mantener un tono muscular suficiente solo con el ejercicio básico de apretar y soltar.

Si investigas un poco en internet, verás que los pesos vaginales existen en muchas formas y materiales, y reciben distintos nombres como bolas chinas, bolas Ben-Wa, rin-no-tama, huevos de jade, huevos yoni y bolas orgásmicas. Muchas gurús new age juran por los beneficios del huevo yoni u otros dispositivos similares para la salud pélvica y la energía femenina, pero hay poca evidencia de beneficios espirituales más allá de la confianza que da tener músculos bien tonificados.

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Puedes utilizar los pesos del suelo pélvico tumbada al principio si eso te resulta más sencillo, aunque el reto es mayor en posición vertical. Sentada puedes intentar mover las bolas de atrás hacia adelante o simplemente contraer y relajar. De pie (con los pies a la anchura de los hombros), las bolas se caerán si no contraes los músculos. En cuclillas (también puedes apoyarte en la pared), se combinan los retos de estar sentada y de pie, pero como están implicados los músculos de las piernas, tendrás que concentrarte más para no ayudarte de glúteos y muslos.

Si te interesa trabajar con bolas de Kegel u otro tipo de pesos vaginales, hay dos cosas importantes a tener en cuenta:

  1. El dispositivo debe estar fabricado con un material seguro para introducir en el cuerpo y que no sea abrasivo ni fácil de romper. Muchos de estos dispositivos tienen recubrimiento de silicona suave, no porosa, segura para el cuerpo y fácil de limpiar.
  2. El dispositivo debe ser fácil de extraer, por ejemplo con una barra o cordón que también sea no poroso y fácil de mantener limpio.

Los huevos yoni suelen estar hechos de jadeíta, nefrita y minerales similares. Aunque pueden parecer suaves, la superficie de esas piedras es lo suficientemente porosa para que crezcan bacterias y causen infecciones, y son difíciles de esterilizar antes de cada uso. Usar un huevo yoni mal higienizado puede causar vaginosis bacteriana o una infección vaginal por hongos. Si el huevo se queda atascado, podrías dañar las paredes vaginales al intentar extraerlo.

Guía visual para Gamifica tu chichi - Explorando enfoques divertidos y atractivos para el bienestar sexual y la salud íntima


Gamifica tu chichi

¡Hay una app para eso! De hecho, existen muchas aplicaciones actualmente que te ayudan a ganar y mantener el tono muscular en el suelo pélvico. Algunas son sencillas y solo ofrecen un poco de orientación y recordatorios diarios, mientras que otras vienen con sensores internos, guías audiovisuales y rutinas de ejercicios personalizables. Ahora incluso existen apps que se pueden emparejar con dispositivos para darte lecturas de biofeedback en tiempo real mientras juegas en tu móvil o tablet apretando los músculos del suelo pélvico. ¡Eso sí que es un buen entrenamiento!

Reflexión final

El prolapso uterino es una afección incómoda que afecta a casi la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años. Por suerte, existen pasos simples que pueden ayudar a reducir el problema o incluso evitarlo. Una vez que entiendas cómo funcionan, los ejercicios de Kegel son fáciles de hacer y puedes practicarlos en cualquier momento y lugar. El mayor obstáculo para muchas de nosotras es acordarnos de hacerlos. Para ayudarte a establecer una rutina regular de Kegels, asócialos a una acción diaria como cepillarte los dientes, alimentar a tu gata o responder el teléfono. Te alegrarás de haberlo hecho.

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https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/uterine-prolapse#:~:text=Nearly%20one%2Dhalf%20of%20all,constipation%20and%20having%20a%20hysterectomy.
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/uterine-prolapse/symptoms-causes/syc-20353458
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK555898/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30365448/
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