Disfunción eréctil: Lo que necesitas saber sobre la salud de tu pareja
La mayoría de los hombres reconocerán que el miembro masculino puede ser impredecible. Perder la erección durante el sexo de vez en cuando es muy normal. Hablamos de disfunción eréctil o DE cuando una persona tiene dificultades constantes para lograr y mantener una erección.
La disfunción eréctil es un tema delicado e íntimamente ligado a la salud física y al bienestar emocional, con potencial de afectar tanto la autoestima masculina como sus relaciones sexuales. La DE es una condición muy común que aumenta con la edad.
Cuando dos personas mantienen una relación sexual, los problemas que afectan la salud de una pareja también afectarán a la otra. Así como es justificable que las mujeres esperen que los hombres tengan conocimientos básicos sobre el ciclo menstrual y la sexualidad femenina, las mujeres también deberían informarse sobre la sexualidad masculina y la salud reproductiva del varón. Todas enfrentamos problemas de salud en algún momento. No hay nada de qué avergonzarse y contar con el apoyo de una pareja comprensiva facilita superar los obstáculos.
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Impotencia es un término antiguo para DE que proviene del latín “falta de poder”. El término más clínico disfunción eréctil es el que se utiliza hoy en día, ya que para algunas personas el término antiguo se asocia a tratamientos desfasados o connotaciones de culpa y vergüenza innecesarias.
Para las mujeres en relaciones heterosexuales puede ser complicado manejar los sentimientos de su pareja. Queremos ser comprensivas, sobre todo en cuestiones tan delicadas, y darles espacio para lidiar con sus propios retos, pero también es importante mantener una comunicación clara y abierta, así como respeto mutuo cuando surgen problemas.
Erección saludable
La erección peneana, o tumescencia, es un proceso fisiológico natural en los varones, donde el pene se vuelve firme y se agranda; a menudo es una respuesta a la excitación sexual, pero también puede ocurrir por estímulos no sexuales.
El tejido eréctil del pene masculino está formado por tres cilindros unidos por tejido fibroso. Los dos cilindros idénticos a cada lado del pene —los cuerpos cavernosos— se llenan de sangre durante la erección, haciendo que el pene se expanda, a veces considerablemente. El cilindro central —el cuerpo esponjoso— rodea la uretra y forma la punta sensible, o glande.
La estructura anatómica del clítoris femenino es homóloga al pene. Consiste en tejido eréctil compuesto por dos cuerpos cavernosos y un pequeño cuerpo esponjoso central que también forma la punta sensible y expuesta del órgano o glande del clítoris. Nuevas investigaciones sugieren que el número de terminaciones nerviosas en el glande de ambos sexos puede rondar las 10,000 ¡o más!
Lograr y mantener la erección está directamente relacionado con distintos factores fisiológicos, neurales y vasculares. Sumado a la salud física, el estado mental y el ánimo del hombre son sumamente importantes.
Una erección no es necesariamente una señal de estar lista para tener relaciones sexuales ni de consentimiento; es simplemente un proceso fisiológico que indica un aumento del flujo sanguíneo en el pene. El pene puede ponerse erecto en situaciones aparentemente aleatorias e inapropiadas tanto en adolescentes como en hombres adultos. Aunque es bastante común en la adolescencia, si las erecciones aleatorias en la adultez son frecuentes, puede indicar un problema que merece ser evaluado.
La erección es necesaria para el sexo tradicional pene-vagina, para las relaciones sexuales en general y para la procreación. Si bien la eyaculación sin erección es técnicamente posible, no es nada común. Si tú y tu pareja están planeando tener un bebé, la disfunción eréctil puede aumentar el estrés y la presión que él siente por “rendir en la cama”, dificultando aún más el proceso. Reducir el estrés e identificar la causa son los primeros pasos para el tratamiento y la recuperación.
¿Cómo se presenta la disfunción eréctil?
Perder la erección durante el sexo ocasionalmente es completamente normal. Cualquier cosa puede cortar el ambiente. Los hombres son personas con emociones y problemas a resolver, no robots. Es mejor reaccionar con compasión y un toque de humor, sin hacer un drama ni sumar culpa o vergüenza a la situación.
La disfunción eréctil se define como la incapacidad constante para conseguir y mantener una erección. Tu pareja puede tener ganas pero carecer de la respuesta física adecuada o también puede experimentar una baja en el deseo sexual en general.
Los síntomas principales de la disfunción eréctil incluyen:
- Dificultad para lograr la erección
- Pérdida inesperada de la erección
- Eyaculación precoz
Otros indicios adicionales pueden ser:
- Bajo deseo sexual
- Erección persistente
- Erecciones aleatorias frecuentes
Si alguno de estos síntomas se vuelve frecuente, ha llegado el momento de consultar a una profesional.
Aunque la disfunción eréctil es más común en hombres mayores de 50 años, los síntomas de DE pueden reflejar problemas de salud subyacentes o estrés emocional. La DE también se puede dar en hombres jóvenes debido a factores genéticos o de estilo de vida.
Causas
Existen muchas razones posibles para la disfunción eréctil, ya que la salud reproductiva está conectada prácticamente con todos los procesos físicos y mentales del cuerpo. Los sistemas vascular (flujo sanguíneo), nervioso (respuesta sensorial) y endocrino (producción de hormonas) son fundamentales para lograr y mantener una erección.
Factores de riesgo comunes
En la vida diaria, muchos factores pueden provocar problemas eréctiles temporales. Esto es muy común y no debe ser motivo de preocupación. Entre los factores de riesgo más conocidos para la disfunción eréctil se encuentran:
- Alcohol y drogas
- Tabaco o nicotina
- Obesidad
- Falta de actividad física
- Esteroides
- Estrés y fatiga
Si alguno de estos factores se vuelve crónico y habitual, la satisfacción sexual en pareja también puede verse afectada.
Los hombres mayores de 40 años tienen mayor riesgo de disfunción eréctil simplemente por el “desgaste” natural físico, pero es posible conservar la función sexual saludable incluso en la vejez. La DE no debe ignorarse, pues suele ser señal de un problema subyacente más grave. Los problemas de salud se tratan con mayor facilidad al detectarse a tiempo.
Salud física y emocional
La disfunción eréctil puede ser síntoma de una condición más seria. Entre las causas subyacentes más frecuentes de la DE están:
- Enfermedad vascular
- Diabetes
- Enfermedad renal
- Hipertensión arterial
- Epilepsia
- Esclerosis múltiple
- Bajo nivel de testosterona
- Aterosclerosis
Prácticamente todo lo que altere la presión sanguínea o las hormonas puede afectar la función sexual.
Los factores emocionales son igualmente relevantes para la salud sexual masculina. Además del estrés cotidiano, otros problemas serios que pueden influir incluyen:
- Depresión
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos del sueño
- Otras condiciones de salud mental
- Problemas de pareja
Además, algunos medicamentos para tratar problemas físicos o mentales pueden favorecer la DE, como:
- Antidepresivos
- Ciertos analgésicos
- Relajantes musculares
- Diuréticos
- Antihistamínicos
- Tranquilizantes
- Medicamentos para el cáncer de próstata
- Medicamentos hormonales
Opciones de tratamiento
La disfunción eréctil tiene tratamiento. El primer paso es revisar el estilo de vida y la salud general. ¿Tu pareja ha estado más estresada de lo normal? ¿Recurre a hábitos poco saludables para sobrellevarlo? Los análisis de sangre y otras pruebas de rutina pueden ayudar a identificar causas potenciales, así que apóyala para que supere la incomodidad inicial y consulte a una médica que valore la situación.
Si la DE de tu pareja es resultado de algún problema de salud, obtener un diagnóstico es el primer paso hacia el tratamiento y la recuperación. Si no se detecta ningún problema de salud, tal vez necesite apoyo para adquirir hábitos saludables de manejo del estrés y la ansiedad, asegurar una buena nutrición y realizar actividad física agradable en forma regular.
Los síntomas de la disfunción eréctil pueden tratarse con medicamentos: sildenafil o Viagra es el más conocido, pero también existen otros como avanafil o vardenafil.
Estos medicamentos suelen ser comprimidos orales, pero también existen inyecciones, especialmente si la terapia hormonal es indicada por la profesional tratante. En ocasiones es necesario probar varios medicamentos hasta encontrar el adecuado.
Sin embargo, es importante ser comprensiva.
Aliviando la presión emocional
A los hombres se les exige socialmente estar listos para el sexo todo el tiempo, especialmente en grupos sociales típicamente masculinos como fraternidades o ciertos ámbitos laborales competitivos. Eso no es verdad. Los hombres también son personas complejas, con una vida emocional rica, y no siempre tienen ganas o interés en tener relaciones sexuales. A veces su cuerpo tampoco coopera aunque lo deseen. Así funciona el cuerpo humano a veces.
“Ansiedad de rendimiento” es un término que describe el miedo que puede sentir un hombre por no poder mantener una erección o “no hacerlo bien” sexualmente. Este sentimiento puede ser muy angustiante.
Abordar la disfunción eréctil requiere vulnerabilidad emocional de ambas partes. Para que una pareja evolucione y se aprecie, es fundamental cultivar madurez para comunicar claramente y abrirse entre sí. Lamentablemente, la educación y la cultura suelen ser un obstáculo para el crecimiento emocional de hombres y mujeres.
Aunque la compasión y la sensibilidad son esenciales para conectar, la sobreprotección emocional es tan contraproducente como la burla o el desdén. Si no sabes cómo ayudar mejor a tu pareja con la DE, lo más sencillo es preguntarle: ¿Cómo puedo ayudarte? Y recuerda, las necesidades cambian a lo largo del tiempo; lo que necesitamos hoy puede no ser lo que necesitamos mañana.
Los problemas en el dormitorio pueden ser frustrantes y vergonzosos, pero el tratamiento es posible. Observa honestamente la situación, avanza hacia las soluciones y busca formas de disfrutar la compañía de tu pareja tanto en la cama como en la vida mientras resuelven las dificultades.
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