¿El sexo es bueno para tu salud?
La respuesta corta es 'sí'. Estamos programadas para procrear, por lo que nuestros cuerpos nos ofrecen incentivos (y recompensas) para tener relaciones sexuales.
Si tienes una relación sana con tu sexualidad, mantener relaciones sexuales regulares puede ser una excelente manera de facilitar tu vida en general, ofreciendo pequeños beneficios para tu salud física y mental.
En francés, los orgasmos se llaman “la petite mort”—la pequeña muerte. A pesar de esta descripción, la literatura médica muestra que una mayor frecuencia sexual se asocia con una vida más saludable y longeva, tanto en hombres como en mujeres.
Si bien los beneficios del sexo pueden estar vinculados a la longevidad, la ausencia de relaciones sexuales no se correlaciona necesariamente con una menor esperanza de vida: un estudio a largo plazo sobre la salud y el envejecimiento de un grupo de casi 700 monjas mayores descubrió que muchas permanecieron activas y vivieron bien hasta los 90 años e incluso superaron los 100.
Los beneficios registrados son los siguientes:
El sexo te ayuda a dormir mejor y a levantarte con energía
La actividad sexual desencadena la liberación de hormonas como la oxitocina, la dopamina y las endorfinas. La dopamina, conocida también como la hormona del placer, es un neurotransmisor que interactúa con los centros de placer en nuestro cerebro. La liberación de oxitocina promueve el vínculo y el apego emocional.
Después del clímax, otra hormona llamada prolactina comienza a circular en el torrente sanguíneo. La prolactina es responsable de sensaciones de alivio eufórico, relajación y somnolencia tras un orgasmo satisfactorio. Muchas personas se quedan dormidas en ese estado. El estado mental antes de dormir influye en la calidad del sueño posterior—si te acuestas sintiéndote bien, es más probable que despiertes descansada.
No todas se sienten somnolientas después del sexo. El aumento de dopamina que recibes durante el sexo también puede mejorar la coordinación, la memoria y la concentración. El impulso de energía tras el sexo matutino, combinado con una mente relajada y los músculos distendidos, puede ayudarte a empezar el día de mejor manera.
El sexo es un analgésico natural
¿Alguna vez has intentado masturbarte en vez de tomar un analgésico para el dolor de cabeza?
Pruébalo alguna vez, puede ser más eficaz de lo que piensas. Hay personas que viven con condiciones crónicas y dolorosas como la fibromialgia y han reportado usar la masturbación como un alivio temporal pero efectivo para el dolor.
La liberación de oxitocina, dopamina y endorfinas reduce nuestra sensibilidad al dolor. Tener un orgasmo es uno de los analgésicos más rápidos que existen—el umbral del dolor se incrementa en casi un 75%. Simplemente ejercer presión en la pared anterior de la vagina aumenta el umbral del dolor en un 50%—un efecto beneficioso para las mujeres en el parto. Por muy intenso que sea el dolor, sería mucho peor sin los efectos analgésicos que surgen al estimular los centros de placer.
Este mismo sistema se activa en situaciones intensas—como al ser víctima de un accidente de coche, o una atleta durante una competencia. Las personas a menudo no notan una lesión hasta después, cuando tienen oportunidad de relajarse.
El sexo es bueno para el corazón
Superar regularmente tu frecuencia cardíaca en reposo entrena a tu cuerpo para transportar oxígeno y sangre a los músculos de manera más eficiente. La excitación y el coito hacen que el corazón lata más rápido, con el pico de latidos por minuto durante el clímax.
El sexo tiene efectos similares al ejercicio suave para el corazón y el organismo. Tu frecuencia cardíaca llega al máximo durante el clímax, pero para que sea saludable, deberías mantener esta actividad durante 150 minutos a la semana. Las 2,5 horas de actividad moderada semanal son el mínimo recomendado para las personas adultas.
El sexo quema (algunas) calorías
Comparado con correr, el sexo quema menos calorías; sin embargo, sí cuenta. De hecho, las calorías consumidas durante 25 minutos de actividad sexual moderada equivalen a dos o tres veces el metabolismo basal promedio. Por supuesto, el esfuerzo físico varía. Dos personas en buena forma practicando sexo entusiasta tendrán un entrenamiento intenso, mientras que una sesión lenta e íntima será menos exigente.
Explorar nuevas técnicas y posiciones también puede ser beneficioso. Durante el sexo y los juegos previos usamos músculos y tendones que podrían permanecer estáticos en la rutina diaria. Eso sí, se recomienda precaución: muchas personas han sufrido lesiones en el calor del momento.
Además, realizar ejercicios que disfrutas puede motivarte y ser eficaz—una sesión íntima en la cama suele ser mucho más atractiva que salir a correr en el frío. No sustituirá el ejercicio regular, pero es un buen complemento para tus rutinas.
El sexo fortalece el sistema inmunitario
Los orgasmos aumentan la cantidad de glóbulos blancos en tu cuerpo, lo que refuerza la capacidad para combatir virus y bacterias externas.
El cortisol regula muchas funciones vitales en el cuerpo. Sin embargo, un nivel elevado de cortisol sostenido puede ser perjudicial para la salud. Cuando se liberan oxitocina y dopamina durante el sexo, los niveles de cortisol bajan.
La prolactina te ayuda a conciliar el sueño. El descanso es fundamental para un sistema inmune fuerte, siendo la fase de sueño profundo la más importante. Durante este periodo, nuestro cuerpo está mejor preparado para combatir infecciones e inflamaciones.
La inmunoglobulina A (IgA) es un anticuerpo clave para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Ayuda a prevenir enfermedades y es la primera línea de defensa frente al virus del papiloma humano (VPH). Se ha observado que quienes tienen relaciones sexuales una o dos veces por semana presentan una cantidad significativamente mayor de IgA en la saliva en comparación con quienes tienen sexo menos de una vez por semana y, curiosamente, también más que quienes lo hacen más de tres veces por semana.
El sexo mejora la salud mental y la memoria
Cuando imaginamos a una persona mentalmente saludable, pensamos en alguien emocionalmente estable, en paz consigo misma. Cuanto más en paz estés, mejor reacciona tu mente ante el estrés y mejor asimilas información nueva, lo cual puede ayudarte a salir airosa de situaciones difíciles y recordar datos importantes.
Por la avalancha de hormonas durante y después del sexo o la masturbación, el sexo puede ser muy beneficioso para la salud mental. Incluso pequeños gestos como un beso pueden reducir el estrés y la ansiedad. La intimidad sexual en un ambiente de confianza facilita la conexión emocional y profundiza el amor y el afecto. A veces es más fácil sincerarse con la pareja sobre temas difíciles tras el sexo.
Lograr que el sexo sea agradable y relajado para todas es un reto en sí mismo. Generar confianza con la pareja, aprender a interpretar señales, superar inseguridades para sentirse bien con el propio cuerpo son partes fundamentales del crecimiento emocional. La actividad sexual también reduce el uso de mecanismos psicológicos de defensa inmaduros, como el aislamiento o la negación.
Esto no significa que el sexo sea un atajo para tratar problemas de salud mental—aún hay que hacer trabajo emocional y psicológico. Pero si lo haces, te estarás regalando componentes claves para una vida más feliz y vibrante.
Puedes registrar tu menstruación y tu vida sexual con WomanLog. Descárgala ahora:
